Es tradición católica que los sacerdotes, religiosos y laicos que rezan las Completas, (Oración Nocturna) hagan una pausa al principio, y hagan un Examen de Conciencia. El propósito de esto es mirar hacia atrás en el día y ver en qué área de nuestra vida podríamos haber pecado este día y de qué manera se puede mejorar mañana.
Así que deseo enumerar algunas sugerencias útiles para ayudarnos a hacer uso de este examen diario.
1) Seguir a Jesús. Reflexiona sobre si hemos vivido nuestro compromiso de ser seguidores de Jesús. Qué tan bien seguimos hoy a Jesús en nuestra vocación personal como: obispo, sacerdote, religioso, soltero, casado, madre, padre, hijo, maestro, médico, empresario y cualquier otra ocupación. ¿Cómo seguí o no seguí a Jesús, de alguna manera, di mal ejemplo o causé escándalo a quien supo que soy católico?
2) Uso del tiempo. Cómo se ha empleado mi tiempo hoy: bien, disciplinadamente, procrastinando o perdiendo el tiempo. ¿Perdí el tiempo viendo la televisión, haciendo deporte, entrando en Line, FaceBook, jugando a los videojuegos?
3) La voluntad de Dios. ¿En qué área de mi vida hoy completé la voluntad de Dios o no hice la voluntad de Dios? ¿Qué me impidió hacer la voluntad de Dios?
4) Caridad. ¿Amé a Dios por encima de todos y de todo hoy? Fui caritativo o poco caritativo con mi familia, amigos, compañeros de trabajo o con los pobres. ¿Fui impaciente con alguien hoy?
5) Oración. ¿Hice las oraciones que tenía que hacer hoy? ¿Me apresuré a hacerlas? ¿He rezado de corazón? ¿He sacado tiempo para rezar? ¿He ofrecido el Santo Sacrificio de la Misa con gran devoción? ¿He podido ir hoy a la misa en latín? ¿He rezado en un lugar adecuado? ¿Permití que las distracciones mundanas interfirieran con mis oraciones?
6) Temor. ¿Tuve hoy suficiente temor de Dios para no desobedecerlo ni ofenderlo? ¿Permití que el miedo a ofender a la gente me impidiera practicar mi fe católica? ¿Permití que el miedo a los demás me impidiera hacer lo que Dios me llama a hacer con mi vida? ¿El miedo, de alguna manera, obstruyó mi vida plena y significativa?
7) La carne. ¿He comido sano hoy? ¿He descansado bien? ¿He cedido a la pereza hoy? ¿Hubo acciones o pensamientos sexuales pecaminosos en los que me involucré voluntariamente hoy? ¿Vi pornografía o mostré pornografía a otros? ¿Tuve la custodia de los ojos? ¿Me vestí inmodestamente y provoqué a otros a pecar?
8) Lengua. ¿He chismorreado hoy? ¿He participado en charlas inútiles? ¿He dado un mal consejo a alguien? Usé el don de mi lengua para compartir a Jesús con otros? ¿Dije malas palabras?
9) Confianza. ¿Viví mi vida confiando en que Dios estaba conmigo y me protegía? ¿Me preocupé demasiado por mi salud, mis finanzas, mi familia o mi trabajo?
10) Gratitud. ¿Estuve agradecido por mi fe católica, mi vida, mi familia, mis amigos, mi vivienda, mi trabajo, mi ropa, mi transporte, mi salud y mi comida de hoy?
Esta es una simple lista de cosas que podemos repasar al final de nuestro día. En ningún caso es exhaustiva. Puedes añadir lo que quieras a esta lista.
A continuación, tratamos de arrepentirnos de los pecados que hemos cometido hoy y hacer propósitos para enmendar nuestra vida mañana. Es muy importante recordar que, con la gracia de Dios y nuestra determinación, podemos vivir la vida santa que Dios nos ha pedido.
Termina tu reflexión rezando el Confiteor.
Confieso a Dios todopoderoso, a la bendita María siempre Virgen, al bendito Miguel Arcángel, al bendito Juan Bautista, a los santos apóstoles Pedro y Pablo, a todos los santos, que he pecado gravemente de pensamiento, de palabra y de obra, (golpear el pecho 3X), por mi culpa, por mi culpa gravísima. Por eso suplico a la bendita María, siempre Virgen, al bendito Miguel Arcángel, al bendito Juan Bautista, a los santos Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los santos que rueguen al Señor Dios nuestro por mí.
El autor original de este blog falleció en julio de 2016. RIP Padre Carota.