Como terapeuta que trabaja en un trabajo de terapia en la escuela, puede ser encargado de ayudar a calmar los nervios de los niños que luchan contra la ansiedad.
Según el doctor Daniel B. Peters, colaborador del Huffington Post, «enseñar a los niños cómo funcionan el miedo y la preocupación en sus cuerpos, y estrategias específicas de pensamiento y acción para luchar contra el «Monstruo de la Preocupación», les capacita para enfrentarse a este matón.» Estamos totalmente de acuerdo con este sentimiento… y reconocemos que al infundir actividades en sus planes de lecciones, usted puede tener un fuerte impacto hacia la difusión de pensamientos, creencias y sentimientos ansiosos.
Para ayudar a convertir a los jóvenes preocupados en guerreros, aquí hay 8 actividades que han demostrado ser eficaces:
- Haga tarros para la mente
Estos son excelentes para tenerlos a mano en su oficina o en el entorno de la terapia escolar. También son divertidos de hacer. Los típicos Mind Jars o «Calm Down Bottles» incluyen purpurina y líquido. Cuando se agita o se vuelca, la purpurina se arremolina, lo que no difiere de los pensamientos locos o incontrolables. Cuando está enfadado, ansioso o molesto, se puede enseñar al niño a sentarse y ver cómo se asienta la purpurina. Como terapeuta en la escuela, se puede incorporar con la respiración profunda para un efecto aún mayor
Para esta actividad, necesitará:
- Pequeños tarros o botellas de agua de plástico
- Glitter Glue
- Colorante de alimentos
- Agua caliente
- Glitter y/o lentejuelas (opcional)
Mezcla aproximadamente 1 cucharada de glitter glue con 1 taza de agua caliente. Usa un poco más si tus frascos son más grandes. Si quieres, añade colorante alimentario y más purpurina para hacerlo aún más colorido y brillante. Llena el frasco hasta el final con agua tibia (o incluso caliente). Cuanto más caliente esté el agua, mejor se disolverá la purpurina sin grumos. No olvides pegar con pegamento caliente las tapas de las botellas para evitar que se derramen.
- Cerebro feliz, cerebro preocupado Actividad para colorear o escribir
Hay una gran variedad de formas de realizar esta actividad, incluyendo pintables prediseñados que puedes descargar. Para hacerla personalizada, utiliza una linterna para proyectar el perfil de cada niño en un papel grande. Trazadlo dos veces, de modo que parezca que las siluetas están enfrentadas en imagen de espejo. Etiqueta un lado «Cerebro Feliz» y el otro «Cerebro Preocupado». Haz que los niños escriban, hagan un collage o dibujen cosas que encajen en cada categoría. Esta actividad permite a los alumnos identificar sus preocupaciones y darse cuenta de cuánto tiempo pasan pensando en ellas. También es una forma estupenda de ayudar a los individuos a desarrollar habilidades de afrontamiento identificando lo que les hace felices.
- Crear latas de preocupaciones
Las latas de preocupaciones pueden ayudar a los niños a identificar y hablar de sus preocupaciones proporcionándoles un lugar seguro para escribir y almacenar los pensamientos ansiosos. Lo mejor son los recipientes con tapa: piense en recipientes de avena u otros tipos de tarros. Puedes cubrir el exterior con cartulina y hacer que los niños personalicen sus Tarros de la Preocupación. En el tarro pueden escribir «Miedos», «Preocupaciones», «Cosas que dan miedo» o lo que mejor se adapte a su situación. A continuación, los niños pueden escribir o dibujar lo que les preocupa y dejar caer los trozos de papel en el tarro. Dependiendo de sus preferencias, los niños pueden querer hablar con un adulto sobre los pensamientos de la lata, o simplemente pueden optar por utilizar la Lata de las Preocupaciones como un vertedero de pensamientos que preferirían sacar de sus cabezas.
- Sopla Burbujas
Para ayudar a los niños a aprender técnicas de respiración profunda y experimentar sus beneficios, ¡utiliza burbujas! La respiración profunda puede ser universalmente útil para reducir la ansiedad. En su artículo, 3 ejercicios de respiración profunda para reducir la ansiedad, la autora Therese J. Borchard dice: «La práctica de la respiración profunda estimula nuestro sistema nervioso parasimpático (SNP), responsable de las actividades que se producen cuando nuestro cuerpo está en reposo. Funciona de manera opuesta al sistema nervioso simpático, que estimula las actividades asociadas con la respuesta de lucha o huida».
Demuestre primero y luego haga que los niños usen burbujas mientras se centran en cómo respiran para crear una gran burbuja. Recuerde resaltar el impacto que esto tiene en su cuerpo y cómo puede entrenar al cuerpo para que se sienta relajado (en lugar de preocupado o nervioso). Anime a los niños a practicar sus habilidades de respiración profunda, ¡incluso cuando no tengan las burbujas a mano!
- Pintar para relajarse
Crear obras de arte puede ser relajante y terapéutico. Invite a los niños a pintar/dibujar diseños o dibujos de cosas que les hagan felices o les tranquilicen. Esto puede llevarse a cabo durante una sesión de terapia en la escuela, y/o puede animar a los niños a realizar actividades artísticas en casa. Los niños que están absortos en un proyecto de arte pueden estar más abiertos a compartir sus sentimientos y luchas más íntimas.Al permitir que la conversación fluya en un ambiente de baja presión, los que trabajan en terapia pueden fomentar un ambiente sin prejuicios en el que los estudiantes pueden sentirse cómodos hablando mientras se expresan a través del arte.
- Empezar un diario
Para algunos, llevar un diario puede ser muy terapéutico. Reflexionar sobre los acontecimientos a través de la escritura puede ayudar a una persona a ver sus sentimientos y ansiedades de una manera objetiva. Incluso los niños pequeños pueden dedicarse a esta forma de autoexploración, ya sea con palabras o con dibujos. No hay una forma correcta o incorrecta de escribir un diario. Y los niños no deben sentir que tienen que escribir todos los días. Lo importante es que los niños confíen y entiendan que su diario es un lugar seguro para revelar cualquier cosa, incluidos sus secretos, miedos o deseos más profundos. Y sí, ¡esto significa que los padres no deben espiar!
- Crea una lista de control para emergencias
¡Una gran manera de reducir la ansiedad en casi cualquier situación es tener un plan! En el calor del momento, es difícil pensar con claridad, especialmente cuando los sentimientos de ansiedad salen a la superficie. Anima a los jóvenes con los que trabajas a anticiparse a lo que podría ocurrir en una situación en la que están nerviosos, y traza un método paso a paso para calmarse. Tal vez, el primer paso sea parar y respirar. Un segundo paso podría ser evaluar la situación. A continuación, pueden buscar a una persona de confianza (padre, amigo, mentor, profesor, etc.) para pedirle ayuda. Algunos niños pueden querer tener una copia impresa de su lista de comprobación que pueda guardarse fácilmente en un bolsillo o en una mochila para su custodia.
- Crear una caja de gratitud
Los que trabajan en terapias escolares pueden ayudar a los estudiantes a cultivar la gratitud introduciendo el concepto de una caja de gratitud. Qué necesitará:
- Una caja de pañuelos vacía
- Papel
- Artículos de decoración (por ejemplo, pegatinas, etiquetas blancas, rotuladores de colores, cinta adhesiva con dibujos)
Haga que los niños peguen una etiqueta que diga «Caja de gratitud», «Por qué estoy agradecido» o una etiqueta similar. Pueden decorar la etiqueta con rotuladores de colores y/o colocar y decorar otras etiquetas blancas lisas en la caja. Las pegatinas y la cinta adhesiva con dibujos (¡hay incluso variantes en las tiendas de manualidades con pingüinos!) son un bonito detalle que ayudará a cada niño a personalizar su caja.
La idea es que el niño escriba en un pequeño papel algo por lo que esté agradecido. Puede ser cualquier cosa que sea relevante o importante para el niño. Los niños que reciben terapia del habla, por ejemplo, pueden sentirse ansiosos por su forma de hablar; para combatir la ansiedad, los logopedas (SLP) pueden animarles a estar agradecidos por su voz, su capacidad de hablar, su capacidad de escuchar, etc. Esto les ayudará a apreciar su situación actual y a reducir la ansiedad. Los terapeutas ocupacionales (OT), los fisioterapeutas (PT), los terapeutas conductuales, los consejeros y los trabajadores sociales también pueden probar esto con los estudiantes que tienen a su cargo.