Abstract
El lanzamiento del satélite soviético Sputnik en 1957 desafió a la empresa espacial estadounidense a una carrera por la superioridad política y tecnológica. Durante la época de la Guerra Fría, el programa espacial tenía un objetivo muy claro: mostrar al mundo que éramos la primera fuerza y el principal actor en esta nueva frontera. El público estadounidense podía, por tanto, identificarse con un objetivo tan simplista y apoyaba en gran medida el programa espacial estadounidense. Desde el final de la Guerra Fría, la razón de ser de la exploración espacial es menos clara y no está tan bien articulada. Este documento forma parte de un diálogo que espera solicitar aportaciones del ámbito público sobre el tema de la exploración espacial. En primer lugar, examinamos un estudio previo sobre algunos de los «porqués» previstos por el público estadounidense. A continuación, proponemos una perspectiva de triunvirato para buscar un equilibrio entre los aspectos románticos, pragmáticos y científicos de las empresas espaciales. Por último, sugerimos un mensaje algo simplista que puede relacionarse más fácilmente con el ciudadano de a pie. Afirmamos que vamos al espacio para «explorar los cielos, mejorar la Tierra y enriquecer a la humanidad», y citamos numerosos ejemplos concretos para apoyar estos tres temas. (Descargo de responsabilidad: se trata de ideas y opiniones personales de los autores y no representan una posición oficial de la NASA. Todas las referencias a la información de la NASA proceden de sus páginas web o son de dominio público. Este documento está escrito desde un punto de vista estadounidense debido a la experiencia de los autores con la agencia espacial estadounidense).