La gente necesita alimentos.
Eso se oye mucho en estos días. Interminables filas de personas desesperadas pintan un cuadro vívido de desgarradora necesidad. El virus y la respuesta al bloqueo afectan a personas de todas las edades y niveles de ingresos, a todos los grupos demográficos, pero especialmente a las personas con medios limitados. Sin embargo, podemos estar agradecidos de que los bancos de alimentos y las distribuciones en las escuelas y los remolques cargados de suministros estén a disposición de todo el mundo.
Casi todo el mundo.
Charis Ministries está sirviendo al único grupo demográfico que siempre se deja de lado: las personas que no pueden recoger los alimentos que están destinados a ellos.
Ayudamos a las personas que no tienen transporte y a las que tienen mala salud; a las personas que se quedan sin comida porque los tornados han dañado las oficinas de los cupones de alimentos; a los trabajadores de los hoteles llevados a Nashville, ahora sin trabajo y lejos de casa; a los clientes cuyos gestores de casos hacen llamadas telefónicas en lugar de visitas; a las personas mayores que simplemente tienen miedo de salir de casa.
Durante más de veinte años, Charis ha entregado comida a la gente. Entregamos todas las semanas del año, no sólo en las fiestas; a clientes en todo tipo de situaciones, no sólo en las historias ganadoras o dramáticas. Cuando una escasez inesperada pone a la gente en peligro, nos aseguramos de que no se queden sin comer.
Aplaudimos el buen trabajo que muchas organizaciones están realizando – asistiendo a miles de familias en un momento de necesidad.
Charis Ministries ayuda a cientos, no a miles – a las familias que están alejadas de la ayuda, un hogar a la vez, con entregas de voluntarios cristianos que ofrecen ánimo y oraciones. Nuestras oportunidades de ayudar han aumentado significativamente ya que muchas agencias nos remiten clientes.
«Me gustaría poder hacer algo»
Por favor, contribuya con fondos para que podamos mantener nuestro alcance a cada nueva llamada. Las solicitudes de ayuda han aumentado significativamente cada semana desde que comenzó la crisis. La gente seguirá necesitando nuestra ayuda hasta que la economía se reabra. Y la necesitarán después, ya que pasarán muchas semanas antes de que la mayoría de la gente vea los beneficios de la vuelta a la normalidad.