Antecedentes: Aunque la literatura indica que los probióticos son eficaces para el tratamiento o la prevención de varias afecciones, los datos en niños centrados específicamente en las cepas probióticas individuales son todavía limitados.
Objetivo: Realizar una revisión narrativa que resuma los datos sobre la eficacia y la seguridad de dos cepas probióticas comunes -Lactobacillus rhamnosus GG (LGG) y Bifidobacterium animalis subespecie lactis BB-12 (BB-12)- cuando se administran a niños.
Métodos: Nuestra búsqueda en la base de datos PubMed identificó 13 meta-análisis, tres revisiones sistemáticas y 15 ensayos aleatorios y controlados que evaluaron BB-12 y LGG, solos o en combinación, cuando se administran a los bebés para mejorar el crecimiento o a los niños de cualquier edad para prevenir o tratar la gastroenteritis aguda (GEA), la diarrea asociada a los antibióticos o a la asistencia sanitaria (DAA y DAH, respectivamente), las infecciones respiratorias, la otitis media y los trastornos gastrointestinales (GI) funcionales, incluido el síndrome del intestino irritable (SII).
Resultados: Nuestra revisión encontró evidencia de que el LGG puede prevenir la DAA y mejorar los síntomas de la AGE, particularmente entre los niños en Europa. Sin embargo, sólo se encontraron pruebas moderadas con respecto a los beneficios del LGG para el tratamiento de las infecciones respiratorias y el SII en los niños y pruebas mínimas para apoyar el uso de BB-12. Aunque no se identificaron problemas de seguridad graves, el LGG se asoció con dos problemas de seguridad no graves de sibilancias e infecciones virales de la piel.
Conclusiones: Proponemos que el LGG puede ser administrado de forma segura a los niños pequeños y mayores para manejar los síntomas de la AGE y prevenir la DAA. Estos hallazgos deberían ser considerados para su incorporación en las guías de práctica clínica y deberían ayudar a centrar los esfuerzos de la industria probiótica.