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Para la mayoría de las personas, caminar simplemente sucede sin dedicar tiempo a pensar en cómo mover el cuerpo hacia adelante. Sin embargo, para otras personas, normalmente debido a una enfermedad, al envejecimiento o a una lesión que provoca una marcha defectuosa, caminar puede resultar bastante difícil. Por ejemplo, una marcha defectuosa tiende a desequilibrar el cuerpo, lo que dificulta mantener un pie delante de otro y moverse con eficacia. A su vez, resulta más difícil desplazarse de un lugar a otro sin tropezar, tropezar o marearse con frecuencia. A continuación, la confianza en sí mismo para moverse por terrenos difíciles se desvanece y la movilidad se ve afectada.

¿Qué implica el entrenamiento de la marcha?

El entrenamiento de la marcha comienza con una evaluación inicial para valorar los puntos fuertes y débiles del paciente, la postura y el equilibrio, y lo que hay que hacer para corregir las anomalías. También se evalúa la marcha del paciente para detectar posibles problemas de fuerza y flexibilidad, y normalmente se incluyen en la evaluación movimientos sencillos para comprobar el equilibrio. En conjunto, estas evaluaciones apuntan en la dirección de en qué centrarse durante la fisioterapia.

Por ejemplo, dado que la debilidad en las caderas, los tobillos y las rodillas puede causar problemas de equilibrio y postura, el entrenamiento puede incluir ejercicios de flexibilidad y fuerza para contrarrestar estas debilidades. Los ejercicios recomendados pueden ser tan sencillos como levantar una pierna mientras se está sentado en una silla, ponerse de pie sobre una pierna, caminar de talón a punta, marchar con las rodillas o seguir con los ojos el movimiento del pulgar movido en varias posiciones.

¿Y cuáles son los beneficios del entrenamiento de la marcha?

El entrenamiento mejora la capacidad de estar de pie y de caminar y reduce el riesgo de tropezar y caerse al caminar. Ayuda a fortalecer las articulaciones y los músculos, a mejorar la postura y el equilibrio, a crear memoria muscular, a aumentar la resistencia y a reentrenar las piernas para los movimientos repetitivos. Se recomienda después de una enfermedad o lesión para ayudar a recuperar la independencia al caminar, incluso si se sigue utilizando un dispositivo de adaptación. También aumenta la confianza, reduce la fatiga, potencia la capacidad de hacer ejercicio, minimiza las necesidades de cuidados, garantiza patrones de marcha más eficientes y disminuye la dependencia de las ayudas para caminar.

Al optar por el entrenamiento de la marcha, puede:

Normalizar su patrón de marcha

La normalidad en la marcha significa un patrón de marcha simétrico que se encuentra dentro del rango «promedio» en términos de longitud de los pasos, posicionamiento de las extremidades, tasa de velocidad y postura. La normalización de este patrón mediante el entrenamiento físico implica la aplicación de un plan de atención al paciente en el que la postura adecuada tiene prioridad sobre el balanceo normal. Normalmente, los planes de entrenamiento de la marcha incluyen ejercicios dirigidos a los extensores de la cadera, los flexores plantares del tobillo, los extensores de la rodilla y los dorsiflexores, ya que una debilidad significativa en cualquiera de estos grupos musculares puede afectar negativamente al patrón de la marcha. Los ejercicios garantizan un cambio de peso adecuado, un tiempo de apoyo y una longitud de paso iguales en ambas extremidades inferiores, así como una mejora de la velocidad de la marcha.

Optimice la bipedestación, la marcha y la carrera si tiene déficits funcionales

El entrenamiento de la marcha mejora la capacidad de estar de pie, caminar e incluso correr al incluir actividades para fortalecer los músculos y las articulaciones, mejorar la postura y el equilibrio, aumentar la resistencia, reentrenar las piernas para el movimiento repetitivo y desarrollar la memoria muscular. A través del entrenamiento, no sólo podrá estar de pie y caminar, sino también caminar a velocidad o correr y superar sus déficits funcionales. Por eso se suelen recomendar estos ejercicios después de una enfermedad o lesión para ayudarle a recuperar la independencia para estar de pie y caminar, aunque siga necesitando un dispositivo de asistencia. El entrenamiento de la marcha también es útil si tiene problemas para deambular de forma independiente debido a discapacidades del desarrollo, derrames cerebrales, lesiones adquiridas o pérdida de la deambulación funcional relacionada con el envejecimiento debido al desacondicionamiento y la inmovilidad.

Reduzca el riesgo de lesiones por resbalones y caídas

El entrenamiento de la marcha reduce las posibilidades de mareos y caídas mediante ejercicios que realinean el cuerpo de forma natural y mejoran la postura, lo que hace que caminar sea menos difícil y minimiza el riesgo de lesiones. En realidad, realizar ejercicios de marcha le hará sentirse más seguro en cada pisada, disminuirá los dolores y molestias derivados de una mala postura y aumentará su independencia. Dado que las malas caídas son una gran preocupación para los ancianos y las personas con problemas físicos -siendo las caídas una de las principales causas de problemas de salud graves y de muertes relacionadas con lesiones- el entrenamiento de la marcha reduce la carga general de la enfermedad y la necesidad de asistencia en las personas mayores.

Mejora el equilibrio y la estabilidad al caminar

El equilibrio tiene un impacto directo en la marcha. Cuando se pierde el equilibrio, es difícil hacer que los pies y las piernas se muevan y funcionen como deberían. En realidad, cada vez que empiezas a tropezar, las posibilidades de resbalar y caer aumentan masivamente. Pero como sus problemas de equilibrio pueden deberse a una debilidad muscular o a una mala circulación, el entrenamiento de la marcha puede ayudarle a mejorar la capacidad de soportar su peso sobre las piernas, desplazar su peso de un lado a otro y de un lado a otro hasta conseguir una estabilidad y un equilibrio constantes. Trabajando con un fisioterapeuta cualificado, se le expondrán ejercicios específicos adaptados a sus problemas de equilibrio, ayudándole a aprender a caminar eficazmente sin tropezar ni caerse.

Reducir el riesgo de diversas enfermedades

Los ejercicios de la marcha ofrecen un grado de actividad física y movimiento que reduce enfermedades como las cardiopatías y la osteoporosis. El entrenamiento integra los huesos, los músculos y el sistema nervioso, elimina la movilidad limitada y mejora la salud cardiovascular, la fuerza de las extremidades inferiores, la función pulmonar y la circulación sanguínea. Los ejercicios también ayudan a mejorar la respiración mediante la apertura de la cavidad torácica y el restablecimiento de la posición erguida. Del mismo modo, el entrenamiento de la marcha potencia el funcionamiento del intestino y la vejiga, mejora la digestión, alivia la presión y desplaza el peso al permitirle cambiar de posición, pasando de estar tumbado o sentado a estar de pie.

Mejora el bienestar cognitivo, emocional y social

Dado que los ojos, el oído interno y todo el sistema musculoesquelético intervienen en el patrón de la marcha, los ejercicios de la marcha diseñados para corregir las anomalías tienen en cuenta todos estos sistemas. Durante el entrenamiento, el terapeuta trabaja para equilibrar cada uno de estos factores, asegurando la armonía de los movimientos que ayudan a eliminar los tropiezos y las caídas. Asimismo, mejorará su bienestar emocional y social al poder explorar su entorno en posición vertical, conocer el mundo y moverse activamente por él. Al darle la capacidad de volver a caminar con confianza e independencia, disfrutará de una cognición mejorada a través de la exploración del entorno, una mejor conciencia visual y una circulación mejorada, que contribuyen a una concentración y agudeza mental superiores.

En FYZICAL, somos un centro de fisioterapia y ortopedia con un enfoque compasivo y centrado en el paciente para el entrenamiento y la rehabilitación. Le permitimos recibir un entrenamiento de la marcha en un entorno más progresivo, donde la atención se centra generalmente en las tareas más avanzadas como caminar sin dispositivo de ayuda, atravesar pendientes, subir escaleras y caminar a diferentes velocidades. Cubrimos aspectos básicos como el cambio de peso de lado a lado, el equilibrio en el lugar, la marcha en el lugar, el paso lateral y el equilibrio sobre una pierna.

Con la ayuda de nuestros hábiles, experimentados y dedicados terapeutas, acabará superando sus problemas de marcha, equilibrio, fuerza y flexibilidad, aprenderá a dominar los terrenos irregulares, a caminar llevando objetos voluminosos o incluso a correr. También le proporcionamos ejercicios para aumentar la amplitud y la fuerza de movimiento con el fin de aumentar sus posibilidades de alcanzar su estado funcional. Para obtener más información sobre nuestros servicios de fisioterapia y rehabilitación ortopédica a medida, visite el sitio web de FYZICAL.

Este material se presenta únicamente con fines informativos y educativos. Esta información no constituye un consejo médico y no pretende sustituir el consejo médico profesional. Siempre debe buscar el consejo de un médico u otro proveedor de atención médica calificado antes de comenzar cualquier programa de ejercicios. Si experimenta cualquier dolor o dificultad con estos ejercicios, deje de hacerlo y consulte a su proveedor de atención médica. FYZICAL NO OFRECE NINGUNA GARANTÍA, EXPRESA O IMPLÍCITA, DE QUE LA INFORMACIÓN CONTENIDA EN ESTOS MATERIALES VAYA A SATISFACER SUS NECESIDADES.

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