El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del desarrollo. Afecta a la forma en que los niños interactúan y se comunican con los demás. El trastorno se denomina de espectro porque los niños pueden estar en cualquier parte del espectro autista.
Los niños con TEA empiezan a mostrar síntomas a una edad temprana. Los síntomas continúan durante la infancia y la edad adulta. Los profesionales sanitarios no saben por qué algunos niños desarrollan el TEA. Puede ser una combinación de genes con los que nacen y algo en su entorno que desencadena esos genes.
Los niños con TEA tienen problemas para relacionarse con otras personas. Tienen problemas para establecer contacto visual. A menudo se encierran en sí mismos. Pueden parecer poco interesados en relacionarse con los miembros de la familia.
Pero a algunos niños con TEA les puede encantar seguir hablando con los miembros de la familia, los amigos e incluso con desconocidos sobre un tema que les obsesiona. El problema es que pueden hablar de ello demasiado tiempo. O puede que sólo hablen de ese tema. Esto puede alejar a otras personas.
Si eres padre o abuelo de un niño con TEA, puede ser desgarrador si sientes que no puedes conectar con él o ella. Pero aprender más sobre estos trastornos y lo que ha ayudado a otros puede ayudarle a usted y a su relación.
Superando las barreras del TEA
El TEA no tiene cura. Pero hay esperanza a través del tratamiento. Muchos niños pueden aprender a comunicarse e interactuar. Los profesionales de la salud y los expertos en salud mental han aprendido mucho sobre cómo abrirse paso entre estos niños.
Aquí hay algunas cosas que sabemos sobre los niños con un TEA:
-
Es posible que no sean capaces de entender tus comunicaciones no verbales. Puede que no reaccionen a su sonrisa o a su ceño fruncido.
-
Se toman las cosas al pie de la letra. Hay que tener cuidado de decir exactamente lo que se quiere decir. Si apura al niño diciéndole «Písalo», no se sorprenda si le pregunta qué es lo que tiene que pisar.
-
Es posible que sólo sean capaces de manejar un pensamiento o una idea a la vez. Mantenga las conversaciones centradas y sencillas.
-
Puede que sólo quiera hablar de la única cosa que realmente le interesa en un momento dado.
-
Puede que vea las cosas de forma diferente a la suya. Puede que ni siquiera se den cuenta de los sonidos, sabores, toques, olores y vistas ordinarias. Pero éstos pueden ser físicamente dolorosos para el niño.
Consejos de comunicación e interacción para el TEA
No hay reglas fijas sobre cómo comunicarse con un niño con TEA. Pero muchos familiares han tenido éxito con estos consejos:
-
Tenga paciencia. Un niño con TEA suele tardar más en procesar la información. Es posible que tenga que ralentizar la conversación a su velocidad.
-
Enseñe al niño a expresar su ira sin ser demasiado agresivo. Los niños con TEA deben saber que no tienen que guardar su ira y frustración en su interior.
-
Sea persistente pero resistente. No deje que sus sentimientos se hieran si el niño no le responde como a usted le gustaría. Los niños con TEA pueden tener problemas tanto para mostrar como para controlar sus emociones. Pueden ser bruscos en sus respuestas. No se lo tome como algo personal.
-
Siempre sea positivo. Los niños con TEA responden mejor al refuerzo positivo. Asegúrese de hablar o premiar el buen comportamiento con frecuencia.
-
Ignore el comportamiento irritante para llamar la atención. Un niño con TEA puede actuar mal en ocasiones para que usted se centre en él. Ignorar este comportamiento suele ser la mejor manera de evitarlo. Además, hable y recompense a menudo el buen comportamiento del niño.
-
Interactúe mediante la actividad física. Los niños con TEA tienden a tener poca capacidad de atención. Esto es especialmente cierto cuando se trata de comunicarse. Correr y jugar al aire libre puede ser una mejor manera de compartir el tiempo juntos. También les permitirá relajarse y sentirse más tranquilos.
-
Sea cariñoso y respetuoso. Los niños con TEA suelen necesitar un abrazo, al igual que otros niños. A veces lo necesitan mucho más que otros niños. Pero a algunos niños no les gusta que los toquen. Respeta su espacio personal. Nunca fuerce el afecto físico a un niño que no quiere.
-
Muestre su amor e interés. Los niños con TEA pueden tener problemas para mostrar sus sentimientos. Pero aún así necesitan saber que usted los quiere. Haga todo lo posible por expresar su interés, cariño y apoyo.
-
Cree. Un niño con autismo es, ante todo, un niño. Es una persona en crecimiento con posibilidades desconocidas. Crea en lo que el niño puede hacer. No defina al niño por un diagnóstico.
-
Cuida de ti mismo. No pasa nada por tomarse un descanso. Únase a grupos de apoyo para padres. O pida a familiares y amigos comprensivos que cuiden de su hijo para que usted pueda recargarse. Los psicólogos y consejeros escolares también pueden proporcionar recursos para ayudarle.
Puede ser un reto interactuar con un hijo o nieto con TEA. Pero es una de las cosas más importantes que puede hacer para ayudar a ese niño a aprender. Las investigaciones demuestran que la participación temprana, frecuente y cariñosa de los miembros de la familia es una de las mejores maneras de ayudar a los niños con TEA.