Cuando se trata de jornadas de puertas abiertas, los agentes inmobiliarios generalmente las aman o las odian. Para adaptarse a las nuevas formas en que los compradores buscan casas en Internet, los métodos de venta tradicionales deben ser reconsiderados y, en muchos casos, redefinidos. Incluso en el mercado actual basado en Internet, la mayoría de los compradores necesitan ver físicamente una casa antes de tomar una decisión de compra. Una jornada de puertas abiertas puede ser una excelente forma de comercializar una vivienda, si se hace correctamente. Si usted es un agente inmobiliario, utilice estos consejos para mejorar la eficacia de su casa abierta.
Entender cómo los compradores están comprando casas. Las investigaciones de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR) indican que el 92% de los compradores de hoy en día utilizan Internet durante su búsqueda de vivienda, por lo que un anuncio con fotos de alta calidad es esencial. Una visita en vídeo es otra forma de atraer a más compradores; si les gusta el perfil online de la vivienda, es probable que quieran recorrerla. Una jornada de puertas abiertas es una gran manera de mostrar una casa en su mejor estado y proporciona una forma de baja presión para que los compradores recorran una casa y se hagan una idea del vecindario.
Mercado donde los compradores están buscando. Las jornadas de puertas abiertas deben dirigirse a un público específico en función del rango de precios, el barrio y los compradores potenciales. La comercialización en sitios web como Realtor.com, Trulia, Zillow y MLS llegará a un público más amplio. Los agentes también pueden correr la voz a través de sus blogs personales, Twitter, Facebook y otras redes sociales. Ofrecer incentivos, como aperitivos ligeros o listas de ejecuciones hipotecarias locales, también puede ayudar a atraer a los compradores. Para cualquier sorteo o incentivo, hay que centrarse en la vivienda.
Atienda a los vecinos. Los vecinos a veces son vistos como una molestia en una casa abierta. Aunque generalmente no están en el mercado para comprar, pueden conocer a personas que están buscando mudarse o pueden estar alquilando en el vecindario y en posición de comprar. Un vecino podría enamorarse de la casa y optar por mudarse justo al final de la calle. Llevar volantes a las casas de los vecinos para invitarles a la jornada de puertas abiertas ayudará a crear un revuelo entre sus contactos.