La natación de espalda es una de las técnicas de natación más difíciles de aprender, y a muchas personas les cuesta moverse por el agua tan rápido como pueden hacerlo de frente. Sin embargo, hay muchas acciones que podrían ayudar a los nadadores a alcanzar velocidades más rápidas y a completar ese largo en la mitad del tiempo que habrían hecho de otro modo. Teniendo esto en cuenta, a continuación se ofrecen algunos consejos de expertos que deberían ayudarte a mejorar tu técnica y a conseguir un nado rápido de espaldas. Aplique las sugerencias la próxima vez que pase tiempo en la piscina, y debería ser testigo de los beneficios de primera mano.
Usa las aletas para desarrollar la potencia y la técnica de las patadas
Tener un par de aletas de entrenamiento decentes a tu disposición va a suponer una diferencia significativa en la cantidad de potencia de las patadas que produces. Con un poco de suerte, las aletas te ayudarán a deslizarte por el agua a las velocidades más rápidas posibles sin gastar demasiada energía. Sólo tienes que mantener tu cuerpo lo más plano posible en el agua para asegurarte de que trabajas con las fuerzas que creas en lugar de contra ellas. Además, no dejes que tu cuerpo se sumerja demasiado en el agua o te ralentizarás. Lo ideal es que el agua te llegue a las orejas, pero tienes que mantener los ojos mirando hacia arriba y hacia atrás.
Practica tus salidas
Las salidas suelen ser la parte más intimidante, ya que, como humanos, nos sentimos naturalmente más incómodos con nuestro sentido de la vista restringido, por lo que entrar en el agua de espaldas es algo a lo que vas a tener que acostumbrarte si quieres acelerar tu natación de espalda. Se ha comprobado que cuanto menos salpique, más rápida será su entrada en el agua, las salpicaduras provocarán una mayor resistencia, ralentizándole, así que cuanto más suave sea su entrada, más rápida será.
Al igual que con cualquier otra brazada, la patada de delfín es otra parte esencial para aumentar la velocidad, pero de nuevo, como lo haces con la cabeza mirando al techo, tendrás que practicarla mucho. Para sacar el máximo partido a cada patada, recomendamos utilizar una monoaleta para desarrollar la potencia y la técnica de tu patada de delfín.
Llevar el equipo adecuado
Aunque tu cara no está en el agua tanto como en otras brazadas, las gafas de competición siguen siendo vitales, un par incómodo puede ser una gran distracción. El día de la carrera siempre merece la pena echar un vistazo al techo de la piscina, ¿habrá luces brillantes que te den en la cara durante la carrera? Puede que merezca la pena optar por unas lentes espejadas o ahumadas. Si la iluminación es agradable y no te va a forzar la vista, entonces las gafas transparentes estarán bien. Sólo tienes que asegurarte de que puedes ver las banderas de espalda que te ayudan a juzgar cuándo debes girar. Utiliza tu tiempo de práctica para asegurarte de que te sientes cómodo con tu elección de gafas.
Tu gorro de natación aprobado por la FINA no debería ser diferente al de cualquier otra carrera, el ajuste más aerodinámico que puedas conseguir dará lugar a la menor cantidad de resistencia.
Tu bañador tampoco debería cambiar, un bañador de competición de nivel de élite tendrá una mejor compresión, un material más resistente al agua y dará como resultado un mejor tiempo.
Tiempo de la respiración para una máxima eficiencia
El tiempo lo es todo cuando se trata de alcanzar altas velocidades en la piscina. Esto es especialmente cierto cuando se trata de nadar de espaldas porque necesitas que todo tu cuerpo se mueva sin esfuerzo a través del agua. Esto se convierte en un reto si pasas la mayor parte del tiempo jadeando. Intenta evitar aguantar la respiración en la medida de lo posible, y controla tu respiración al ritmo de tus brazadas. Cada vez que un brazo pase por tu cabeza, exhala. Cuando el otro brazo pase por tu cabeza, inspira profundamente. Un patrón de respiración regular como éste debería ayudar a mejorar el ritmo de tus golpes. Si te cuesta mantener el ritmo, un entrenador de tempo puede ayudarte a mantener un ritmo constante.
Otros consejos esenciales
Hay muchos otros consejos que puedes tener en cuenta a la hora de mejorar tu técnica y nadar más rápido con la espalda. Entre ellos se encuentran:
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Mantener la cabeza y el cuello relajados
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Construir el impulso utilizando los hombros y caderas
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Asegurándose de no crear resistencia manteniendo las manos planas
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Manteniendo los tobillos relajados
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Asegurando que las piernas permanecen juntas
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Manteniendo las piernas paralelas al agua
Si recuerdas estos consejos y los utilizas cuando trabajes en la espalda; deberías notar una mejora instantánea en el tiempo que tardas en ir de un extremo a otro de la piscina.
Ahora que tienes el consejo correcto; desarrollar tus habilidades y alcanzar altas velocidades con el golpe de espalda debería ser mucho más cómodo. Por supuesto, si sigues teniendo problemas con algún método de natación; algunos instructores profesionales pueden ofrecerte ayuda. Sólo tienes que preguntar en tu piscina local o buscar en Internet personas adecuadas con las que contactar. Aprender a nadar de espaldas correctamente es crucial porque podría ayudar a salvar tu vida y la de otras personas algún día.