Aquí tiene un resumen de algunos problemas cutáneos que puede encontrar junto con la CU.

Eritema nodoso

Aunque el nombre sería fuerte para una banda de death metal, en realidad se refiere a la erupción cutánea más común relacionada con la CU, que afecta a entre el 3 y el 10 por ciento de las personas con la enfermedad. Las mujeres lo padecen con más frecuencia que los hombres.

El eritema nodoso aparece como protuberancias rojas y sensibles que pueden aparecer en varias zonas del cuerpo. Pueden aparecer durante un brote de CU y desaparecer junto con los demás síntomas.

Pioderma gangrenoso

La segunda afección cutánea más común relacionada con la CU es el pioderma gangrenoso (no es un hechizo de Harry Potter).

Esta afección es poco frecuente y se presenta como una ampolla que se forma en los brazos, las espinillas o los tobillos. El tipo clásico forma una úlcera característica. El pioderma gangrenoso puede deberse a un traumatismo corporal, como la realización de una biopsia o la punción de una vena, o a una respuesta autoinmune.

El pioderma gangrenoso se trata con dosis elevadas de corticosteroides e inmunosupresores. Las heridas dolorosas también pueden tratarse con analgésicos recetados.

Síndrome de Sweet

Los expertos no están seguros de la causa del síndrome de Sweet, otra afección cutánea poco frecuente, pero podría estar relacionada con la EII, entre otras afecciones. Suele aparecer en forma de placas rojas y dolorosas en los brazos, la cabeza, el cuello y la parte superior de la espalda.

Además de la EII, los factores de riesgo del síndrome de Sweet incluyen cánceres como la leucemia, una infección de las vías respiratorias superiores, el embarazo y la sensibilidad a ciertos medicamentos.

El síndrome de Sweet puede tratarse con corticosteroides orales, pero a menudo reaparece.

Síndrome de dermatosis-artritis asociada al intestino

Tan cerca de ser abreviado como BADASS pero sin merecer tal acrónimo, esta afección causa pequeñas y dolorosas protuberancias en el pecho y la parte superior de los brazos que pueden llenarse de pus.

Los investigadores sospechan que la inflamación causa de algún modo el BADAS, también conocido como «síndrome de derivación intestinal», y puede tener su origen en una cirugía intestinal, diverticulitis o apendicitis, además de la EII.

El BADAS puede acompañar a un brote de CU y suele desaparecer por sí solo, pero su médico podría recetarle corticoesteroides y/o antibióticos.

Psoriasis en placas

No culpe todavía a sus padres, pero algunos estudios relacionan la genética con la EII y la psoriasis. La asociación es más pronunciada en personas con la enfermedad de Crohn.

La psoriasis es un trastorno crónico que acelera la producción de células de la piel, lo que hace que éstas se acumulen en placas secas, escamosas, ásperas y rojas que a veces pueden picar. La psoriasis en placas es la forma más común.

La psoriasis puede aparecer en casi cualquier parte del cuerpo, incluidas las uñas, las articulaciones y los genitales. Aunque no tiene cura, puede controlarse con tratamientos como medicamentos tópicos, inmunosupresores, productos biológicos y/o fototerapia.

Vitiligo

Los científicos han relacionado un gen específico con el vitíligo, el mismo que se asocia a un mayor riesgo de trastornos autoinmunes.

El vitíligo es una enfermedad de la piel en la que el sistema inmunitario destruye las células de la piel responsables de la producción de pigmentos (llamadas melanocitos). Esto da lugar a parches de piel sin color.

Es más común en personas con CU y Crohn, pero puede afectar a cualquiera. No es contagiosa ni dolorosa, pero las personas con vitíligo son más propensas a las quemaduras solares y a los problemas oculares.

Las placas de la piodermatitis vegetariana

Esta afección se caracteriza por placas rojas, escamosas y ulceradas. Suele aparecer en los pliegues de la piel, como los situados cerca de la axila y la ingle, o en el cuero cabelludo y la cara.

Está relacionada con la pioestomatitis vegetariana, una enfermedad similar que provoca pústulas en la boca. Las dos afecciones combinadas se conocen como piodermatitis-pioestomatitis vegetariana o PPV.

La PPV está estrechamente vinculada a la CU, hasta el punto de que a muchas personas se les diagnostica la CU sólo después de que se les haya diagnosticado la PPV. Pero las pústulas suelen formarse después de que la CU haya estado presente durante algunos años.

Vasculitis leucocitoclástica

La «vasculitis leucocitoclástica» (VCL) es un término dermatológico elegante que se refiere a la inflamación de los pequeños vasos sanguíneos de la piel.

Característicamente, aparece en forma de cultivos de manchas pequeñas, elevadas y de color rojo-púrpura en las piernas. Puede observarse en varias enfermedades, y la CU es una de ellas.

Urticaria

La aparición de urticaria no es un síntoma de la CU, pero algunos medicamentos pueden causarla.

En casos raros, las personas que toman el medicamento biológico Humira para la CU grave pueden tener una reacción alérgica que cause urticaria. La sulfasalazina es otro tratamiento para la CU que puede causar urticaria y erupciones cutáneas.

Si experimenta urticaria y sospecha que un medicamento es el culpable, hable con su médico lo antes posible sobre posibles alternativas.

¿Y el acné?

No existe una relación directa entre la CU y el acné. Sin embargo, los medicamentos corticosteroides orales, que a menudo se prescriben para tratar los síntomas de la CU, pueden causar acné por esteroides.

Algunos medicamentos para el acné también pueden contribuir al desarrollo de la CU. Un estudio de 2010 relacionó el medicamento para el acné isotretinoína, también conocido como Accutane, con un mayor riesgo de CU.

Los autores observaron que las personas que habían tomado dosis más altas de Accutane parecían tener un riesgo ligeramente mayor de desarrollar CU que las personas que no habían utilizado el medicamento. No se encontró ninguna conexión con la enfermedad de Crohn.

Una revisión de la investigación de 2015, sin embargo, no apoyó una relación causal. Los autores señalaron que las personas suelen tener CU durante un tiempo sin saberlo y que es probable que la enfermedad estuviera presente antes de que empezaran a tomar Accutane.