Con todos los cambios que se están produciendo en su vida en este momento (como las responsabilidades cada vez mayores que vienen con una barriga cada vez más grande), puede parecer contraproducente añadir otro a su lista. Pero hay muchas razones por las que una futura mamá puede querer cambiar de trabajo más pronto que tarde. Tal vez quiera encontrar un empleador más favorable a la familia que la apoye mientras compagina su carrera con la maternidad. O puede que los desplazamientos al trabajo sean demasiado largos, que los horarios sean demasiado inflexibles o que simplemente te aburras (y oye, el cambio está en el aire, así que ¿por qué no aprovecharlo?). Cualquiera que sea la razón, es importante sopesar los pros y los contras antes de hacer una mudanza. He aquí algunos puntos a tener en cuenta:
Cuidado con el síndrome de la hierba más verde: puede parecer que otros lugares de trabajo tienen beneficios y ventajas envidiables que son mucho más generosos que el tuyo. Y puede que así sea: Algunas empresas son más flexibles y favorables a la familia que otras, y te conviene conocer tus opciones y encontrar las mejores para ti. Pero asegúrate de entender el panorama completo antes de suspirar por (y buscar) otra oportunidad de trabajo. ¿Ofrece la empresa a la que estás echando el ojo el doble de vacaciones, pero cobra el doble por el seguro médico? ¿Permiten trabajar desde casa, pero esperan que estén de guardia a todas horas del día (y de la noche)? ¿Y los sueldos son mucho más altos, pero las exigencias de viaje son mucho mayores? Otro dato a tener en cuenta: Las empresas suelen ofrecer menos días de incapacidad a corto plazo (STD) pagados, o pagan un porcentaje menor de su salario durante la baja si lleva menos de un año empleado. Si la hierba es realmente más verde al otro lado de la búsqueda de empleo (y si trabajar en otro lugar hará que tu embarazo, tu baja por maternidad y tu regreso sean más llevaderos), hazlo.
Lectura recomendada
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Sea realista: Buscar trabajo requiere tiempo y energía, dos cosas que pueden faltarte estos días mientras te concentras en tener un embarazo saludable. Normalmente, se le pedirá que acuda a varias entrevistas y reuniones antes de que se le haga una oferta. Empezar un nuevo trabajo también exige una gran concentración (todos los ojos están puestos en ti, así que tienes que tener un cuidado extra para no cometer errores), y debes estar segura de que tienes la resistencia y el compromiso para dar estos pasos. Considera la divulgación completa: ¿Debes decirle a tu potencial empleador que estás embarazada (si no es obvio)? Legalmente, no tiene derecho a preguntárselo ni a negarle una oferta en vista de la noticia. Pero dicho esto, algunas empresas simplemente no pueden contratarte y dejarte marchar tan rápido. Y algunos empleadores pueden pensar que les has puesto un cebo (les dices que quieres trabajar allí y luego les dices que estarás de baja por maternidad). Así que, aunque tengas la tentación de mantener tu embarazo en secreto, esto puede perjudicar tu relación con la empresa a largo plazo. Por otro lado, a veces es mejor recibir primero la oferta y luego discutir el futuro con tu posible empleador. Valora los pros y los contras para poder tomar una decisión meditada. ¿Y si empiezas un nuevo trabajo antes de saber que estás embarazada? Sé sincera sobre lo sucedido, pero asegúrate de conocer tus derechos sobre la seguridad laboral en caso de que la situación empeore.