Originalmente construido para los enormes cohetes Saturno V que enviaron a los astronautas en las misiones Apolo a la Luna, el Complejo de Lanzamiento 39A también sirvió como una de las dos plataformas de lanzamiento utilizadas por el transbordador espacial. Entre el Apolo, el Skylab, el Apolo-Soyuz y el transbordador espacial, esta plataforma de lanzamiento ha sido el punto de partida de muchas de las misiones más desafiantes e inspiradoras de la nación.

En 2014, SpaceX firmó un acuerdo de propiedad con la NASA para el uso y la explotación del complejo de lanzamiento durante 20 años, y la empresa modificó las instalaciones para preparar el procesamiento y el lanzamiento de sus cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy.

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