Protectores de los huevos
La protección de sus huevos fue un salto evolutivo importante para los cíclidos, asegurando que su inversión biológica estaba bien y verdaderamente protegida, y asegurándose de que cuando eclosionan, sus alevines tienen el mejor cuidado posible también.
Muchos no cíclidos también protegen sus huevos de la depredación, incluyendo las cabezas de serpiente rojas y los pececillos rojos rosados.
Criaderos bucales – hogares móviles originales
Mantener los huevos aún más cerca de casa – en su propia boca – funciona aún mejor para algunos peces como los cíclidos Haplochromine, la arowana y el pez cardenal marino. Al mantenerlos en la boca, las madres de cíclidos, o los padres en otras especies, pueden convertirse en hogares móviles, alejándose del peligro y llevando sus huevos y alevines en desarrollo a zonas de alimentación y liberación controlada. Si fueras un pequeño depredador de huevos, ¿te arriesgarías a nadar hasta una arowana para ver lo que tiene en la boca?
El último sacrificio
Durante la mitad del año la vida en un estanque de killis puede ser bastante buena: no hay otras especies de peces con las que competir y hay abundante comida en forma de larvas de insectos. Luego, todo se tuerce un poco cuando las lluvias desaparecen y la piscina empieza a secarse. ¿La solución? Poner huevos que puedan sobrevivir durante todo el periodo de sequía sin agua, para que eclosionen cuando vuelva a llover y haya abundante comida. ¿El truco? No lo conseguirás sin agua y te asfixiarás o te clavará la garceta más cercana, pero tu progenie seguirá viva y ese es el nombre del juego en la naturaleza.
En lo alto y en lo seco
El río Amazonas está lleno de depredadores y si no tienes músculo para luchar contra otros como pueden hacer los cíclidos, ¿qué tal si los colocas fuera del agua? El increíble tetra salpicador hace precisamente eso, saltando repetidamente fuera del agua para depositar los huevos y el esperma en una hoja colgante, y luego salpicando los huevos para mantenerlos húmedos hasta que eclosionan y los alevines pueden caer de nuevo en el agua con una oportunidad de luchar. Lo harán incluso en el acuario doméstico.
Puesta de huevos parasitaria
Una estrategia bastante singular es la adoptada por el Bitterling. Esparcir los huevos a diestro y siniestro significaría tener que liberar miles sólo para que uno tenga una oportunidad. El pez adulto no es duro y acorazado, pero vive junto a algo que sí lo es: el mejillón de agua dulce. Utilizando un ovipositor más largo de lo normal, los huevos se depositan justo en el interior del mejillón, que por su diseño se cierra cuando se siente amenazado.
Desde ahí todo es un poco de ida hasta que el mejillón decide desovar, y sus larvas parasitan a los peces circundantes excavando en su carne. Es un empate a uno en el juego de invertebrados contra vertebrados.
Embarazo de un macho
Los hipocampos y los peces pipa son unos padres bastante modernos. Dispuestos a aligerar la carga de sus parejas femeninas, desde el momento en que ella libera los huevos, los machos los recogen en sus bolsas estomacales, cuidando de ellos hasta que eclosionan. Una vez que esto sucede, los alevines son liberados y el macho parece darlos a luz liberándolos de su bolsa.
Huevos móviles
Así que eres un pez, sabes que la incubación bucal funciona bastante bien pero no tienes la boca para poder incubar tus huevos. Sin embargo, te gusta el movimiento ya que tiene sentido, así que pones huevos pegajosos como tus primos lo hacen sólo que esta vez los pegas a tu propio cuerpo para que puedas nadar, lejos de los depredadores y seguir criando.
Los peces de arroz hacen un trabajo maravilloso de pegar los huevos a sus abdómenes hasta que encuentran un lugar mejor para ponerlos, algunos bagres de cola de látigo de América del Sur llevan los huevos debajo de su labio, mientras que algunos cíclidos Geophagine ponen los huevos en una hoja, luego recogen la hoja y la mueven. Bastante genial hey?
El juego de los números
Así que las arowanas incuban un número bajo de huevos masivos, pero ¿qué pasa en el otro extremo de la escala? Si eres un pez masivo, uno de los más grandes, puedes arrasar con todo lo demás liberando millones de huevos de una sola vez. El pez luna, Mola mola, produce 300 millones de huevos a la vez, más que cualquier otro vertebrado. El esturión puede producir entre 100.000 y un millón.
En caso de no hacerlo, únase a sus compañeros y haga un desove masivo que produzca tanta comida que los depredadores no puedan comerla toda. La carrera anual de la sardina produce tantos huevos y esperma que la mancha es visible por los aviones.
Huevos tóxicos
Los osos de agua dulce de Norteamérica producen huevos que son venenosos si se comen. Los peces no pueden comerlos y si los humanos los comen estarán gravemente enfermos en el mejor de los casos. Apuesto a que el esturión desearía haber tenido esa estrategia evolutiva.
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