- Por Andrea Miriello
Detectar mentiras es un elemento importante en la vida cotidiana y en el trabajo. Los psicólogos organizativos que se ocupan de la selección de personal prestan atención a lo que dicen los candidatos y a cómo se comportan para detectar señales de mentira.
Para detectar las mentiras, hay que prestar atención al lenguaje corporal. Es más fácil controlar las palabras que el cuerpo. Cuando alguien miente, su cuerpo envía señales contradictorias y hay una falta de congruencia entre sus señales corporales y faciales. Se puede observar un aumento de las contracciones musculares faciales, dilatación y contracción de las pupilas, sudoración, mejillas sonrojadas, ritmo de parpadeo, evitación del contacto visual, deglución y disminución de la sonrisa.
Los gestos mentirosos más comunes consisten en tocarse o taparse automáticamente los ojos, los oídos y la boca con las manos. ¿Por qué? Porque cuando vemos, hablamos y oímos mentiras, nuestro subconsciente no quiere ver, oír ni hablar.
Algunos gestos mentirosos comunes
La tapa de la boca: una persona se tapa la boca con las manos, los dedos o el puño. O fingen toser como excusa para taparse la boca. El cerebro intenta inconscientemente suprimir las palabras engañosas que se están diciendo. Cuando una persona se lleva los dedos a la boca, significa que siente que está bajo presión. Además, el gesto de meter los dedos en la boca también expresa la necesidad de tranquilizarse.
El toque de nariz: cuando una persona miente suele tocarse o frotarse la nariz con más frecuencia de lo habitual. También puede consistir en roces rápidos por debajo de la nariz. Las mentiras intencionadas aumentan la presión sanguínea en la nariz, lo que la hincha y provoca un cosquilleo en sus terminaciones nerviosas.
El roce de ojos: es un intento subconsciente del cerebro de no ver a la persona a la que se miente. Este gesto puede utilizarse en combinación con otros, como que el hablante evite la mirada del oyente y mire hacia otro lado, o que apriete los dientes con una sonrisa falsa.
El agarre de la oreja: poner la mano alrededor o sobre la oreja, o tirar del lóbulo de la oreja es un intento automático de detener lo que se está escuchando. También hay otras variaciones de este gesto, por ejemplo, frotar la parte posterior de la oreja o poner un dedo dentro de la oreja. El agarre de la oreja también puede ser una señal de que una persona ha oído lo suficiente y quiere hablar. En términos más generales, el agarre de la oreja, junto con el toque de la nariz, es una pista de que una persona está experimentando ansiedad.
El rascado del cuello: rascarse a lo largo del lado del cuello por debajo del lóbulo de la oreja suele ser una señal de duda e incertidumbre.
El tirón del cuello: tirar del cuello para alejarlo del mismo en un intento de que circule el aire fresco. El tirón provoca una sensación de hormigueo en el cuello, por lo que frotarse o rascarse es una reacción frecuente. Algunas personas tiran del collar cuando sospechan que les han pillado mintiendo. Este gesto también se produce cuando alguien se siente frustrado o enfadado.
En resumen, para detectar las mentiras hay que prestar atención al lenguaje corporal de la persona con la que se habla. Observe si hay incongruencias entre los gestos corporales y faciales del interlocutor, o un aumento de los toques y frotamientos de sus ojos, orejas y boca.
Dr. Andrea Miriello
Psicólogo empresarial
Consultor, coach empresarial y formador