por Sophie Cosic

El método Bradley de parto fue desarrollado en la década de 1940 por el Dr. Robert A. Bradley, un obstetra estadounidense. Se basa en la filosofía del «parto natural» (sin fármacos) y fue pionero en la participación de los padres durante el proceso de parto.

La técnica Lamaze también fue establecida en la década de 1940 por el Dr. Fernand Lamaze, un obstetra francés. Lamaze estaba influenciado por las prácticas de parto soviéticas y apoyaba especialmente el papel de las comadronas durante el parto. Su método empezó a ganar popularidad en los Estados Unidos a finales de los años 50 y actualmente es la técnica de parto más utilizada.

Aunque tanto la técnica Lamaze como la Bradley conducen al mismo resultado, difieren en varios aspectos. El contraste más significativo entre estos métodos de parto es la cuestión del manejo del dolor y cómo los padres se enfrentan a este reto. Pero ¿qué revelan estos dos métodos y en qué se diferencian?

La técnica Bradley

El método Bradley es un curso de doce semanas que enseña a los padres a controlar el dolor del parto. Defiende las filosofías del parto natural y también se denomina «la técnica de parto dirigida por el marido». Anima a los padres a utilizar ejercicios de respiración profunda y relajación como medio para afrontar el parto.

El enfoque Bradley rechaza la idea de la «distracción» como forma de afrontar el parto y rechaza el uso de analgésicos y cesáreas a menos que sea absolutamente necesario.

Sin embargo, las clases que se centran en la técnica Bradley sí preparan a los padres para las complicaciones inesperadas que pueden dar lugar a una cesárea u otras formas de intervención. Sus métodos también incluyen consejos sobre la nutrición y la dieta de la madre durante su embarazo, lo que inevitablemente tiene un efecto positivo en el crecimiento y el bienestar del feto. Siempre se anima a la futura madre a que haga un ejercicio razonable y regular, de modo que esté debidamente condicionada para dar a luz.

La Técnica Bradley también educa a los padres sobre las diferentes etapas del parto y les enseña a reaccionar ante los cambios del cuerpo de la madre. Al padre se le asigna el papel de «entrenador» durante el proceso de parto, manteniendo a la madre concentrada en la tarea, ayudándola con ejercicios de respiración y dándole mucha seguridad. También se pueden utilizar diferentes formas de masaje.

La técnica Lamaze

La técnica Lamaze utiliza una respuesta pavloviana al dolor del parto.
Lamaze creía que dar a luz era un ejercicio físico que requería tanto energía como concentración. Su método se centra en dotar a la futura pareja de diversas herramientas para aliviar el malestar y conservar la energía con el fin de controlar el dolor a medida que se produce.

La Técnica Lamaze anima a la pareja a utilizar ejercicios de respiración profunda y diversas técnicas de «distracción», que pueden incluir la concentración en recuerdos agradables, como forma de distraer a la mujer del dolor del parto.

Las clases de parto Lamaze suelen recomendar los beneficios asociados a los cambios de posición durante el parto, así como el uso de compresas calientes y frías y «bolas de parto» para aliviar las contracciones.

La filosofía Lamaze no es tan regimentada como el método Bradley. Ofrece a los padres todos los datos, pero permite a la pareja utilizar la información de la forma que más les convenga. Su enfoque más liberal ofrece una posición neutral con respecto a la medicación para el dolor junto con otras opciones médicas y quirúrgicas. Esto se deja para que la pareja decida sobre las técnicas de parto.

Conclusión

Hay muchas diferencias y similitudes sutiles entre las técnicas de parto Bradley y Lamaze. La principal diferencia es que el método Bradley instruye a las mujeres para que se centren en controlar su dolor. Mientras que según la técnica Lamaze, se les enseña a distraerse de él. Las similitudes incluyen el uso de técnicas de respiración profunda, el fomento del ejercicio adecuado para la madre durante su embarazo y la participación de ambos padres en el proceso de parto.

Para las futuras familias, la mejor opción es recopilar toda la información posible de su obstetra o comadrona, antes de tomar una decisión firme sobre la clase de parto a la que asistir. Siempre es preferible elegir el método de parto que más atraiga a cada pareja, ya que les permitirá sentirse en control y, por tanto, experimentar la forma de parto que mejor se adapte a sus necesidades.