El aceite de menta se ha utilizado durante mucho tiempo para tratar una variedad de dolencias como el dolor de cabeza, las náuseas, los dolores de estómago, la fiebre y los problemas respiratorios. El aceite también se utiliza en muchos productos cotidianos, como champú, chicles, dentífricos y productos corporales por su aroma refrescante y rejuvenecedor. El aceite de menta contiene muchas vitaminas y minerales importantes como el hierro, el calcio, el magnesio y las vitaminas A y C.
Fiebre y problemas respiratorios
El aceite de menta es muy útil para aliviar y reducir los síntomas de la fiebre y las dolencias respiratorias. El mentol, una característica importante en el aceite de menta ayuda, a despejar los pasajes de aire para una mejor respiración y la limpieza de las vías respiratorias con fiebre y los síntomas del resfriado como la congestión nasal, dolor de los senos y la congestión, la tos y la bronquitis. La forma más eficaz de utilizar el aceite de menta como reductor de la fiebre es utilizarlo como un masaje en el pecho para eliminar rápidamente el dolor y la congestión de los senos nasales asociados a los síntomas de la fiebre.
Aplique dos o tres gotas en un aceite portador como el de almendras dulces, aguacate o aceite de oliva y masajee suavemente en la zona del pecho para obtener alivio. El uso de un aceite portador evitará cualquier irritación al aplicar el aceite directamente sobre la piel para aquellos que son sensibles.
Alivio de la fiebre y el dolor
El aceite de menta es ideal como reductor de la fiebre ya que enfría la piel caliente, a menudo un síntoma de fiebre. También sirve para aliviar externamente el dolor de huesos o de articulaciones asociado a la fiebre o a los dolores de cabeza. Para aliviar la fiebre y el dolor de cabeza, aplique dos gotas de aceite de menta en una cucharadita de aceite vehicular y masajee las sienes y la frente para aliviar el dolor y la cefalea. El aceite también ayudará a relajar la mente y el cuerpo, permitiéndole combatir la fiebre con eficacia.
Puede utilizar el aceite de menta para prevenir las fiebres y los resfriados tomándolo como suplemento en forma de cápsulas. El aceite aumenta el sistema inmunológico, ayudándolo a combatir los virus durante la temporada de gripe.
Náuseas
Para reducir síntomas como las náuseas, masajea el aceite de menta en la zona del estómago para aliviar el malestar. Utilice cinco gotas del aceite de menta con una cucharada de aceite portador y masajee con movimientos circulares, lo que ayudará a calmar el malestar estomacal.
También puede utilizar una gota de aceite de menta en un té calmante o en una taza de agua caliente para aliviar el malestar estomacal o calentar el cuerpo para sudar la fiebre. También se ha demostrado que aplicar cinco gotas de aceite de menta en la planta de los pies ayuda a aliviar las náuseas y los síntomas de la fiebre, incluidos los dolores corporales.