Inspirado por el trabajo de Jean Piaget, el psicólogo del desarrollo Lawrence Kohlberg fue uno de los primeros investigadores en estudiar el desarrollo moral del individuo. Kohlberg presentaba a sus sujetos experimentales dilemas morales en forma de pequeñas historias, y luego les pedía que emitieran juicios morales sobre el comportamiento del personaje principal de cada historia. Analizando las razones que los sujetos daban para sus juicios (más que los propios juicios), Kohlberg identificó tres grandes niveles de juicio moral, cada uno de los cuales dividió en dos etapas, para un total de seis etapas sucesivas en las que cada individuo tiene cada vez más en cuenta a otras personas en sus decisiones sobre cómo comportarse.

Las dos primeras etapas, en el nivel 1, moral preconvencional, se producen antes de que el individuo haya tomado conciencia de las convenciones sociales. En la etapa 1 (desde los 2 ó 3 años hasta los 5 ó 6 años aproximadamente), los niños buscan principalmente evitar el castigo que las figuras de autoridad, como sus padres, pueden imponerles.
En la etapa 2 (de los 5 a los 7 años, o hasta los 9, en algunos casos), los niños aprenden que les conviene portarse bien, porque les esperan recompensas si lo hacen.
Las dos etapas siguientes ocurren en el nivel 2, la moral convencional -así llamada porque en estas etapas ya no son los individuos, como los padres, sino los grupos sociales, como la familia y los amigos, los que los niños perciben como fuente de autoridad. En la etapa 3 (de los 7 a los 12 años aproximadamente), los niños sienten la necesidad de satisfacer las expectativas de los demás miembros de su grupo. Al hacerlo, los niños buscan preservar las reglas que conduzcan a un comportamiento predecible.
En la etapa 4 (de los 10 a los 15 años, por término medio), las convenciones que guían el comportamiento del individuo se amplían para incluir las de la sociedad en la que vive. Al examinar la justificación de un determinado curso de acción, el individuo considera si es coherente con las normas y leyes de esta sociedad.
El nivel 3, la moral postconvencional, se denomina así porque en las dos últimas etapas, que comprende, la moral del individuo va más allá del marco de referencia de una sociedad concreta. En el estadio 5 (que comienza ya a los 12 años, en algunos casos), los individuos sienten que han contraído libremente un compromiso contractual con todas las personas que les rodean. Este compromiso se basa en un deseo de consenso y en una evaluación racional de los beneficios que todos pueden obtener de la existencia de estas normas.
En el estadio 6, los juicios de los individuos sobre el bien y el mal se ven influidos por principios morales universales. Las personas en el estadio 6 están de acuerdo en que las leyes y los valores sociales tienen cierta validez, pero si estas leyes entran en conflicto con sus propios principios de dignidad humana, seguirán estos principios, que consideran un imperativo impuesto internamente.

Según Kohlberg, las personas pasan por estas seis etapas en el orden mencionado: la mayoría de los niños tienen una moral preconvencional, y la mayoría de los adultos tienen una convencional. Kohlberg estimó que sólo entre el 20 y el 25% de la población adulta alcanza el nivel postconvencional de moralidad.
Algo más tarde en su carrera, Kohlberg describió la etapa 7, la «etapa mística», que consideraba metaética: en esta etapa, los individuos se vuelven capaces de problematizar cualquier acción o intención preguntándose por qué podría ser moral.
El modelo de desarrollo moral de Kohlberg, aunque puede ser criticado en muchos aspectos, es valioso porque se centra en ciertas cuestiones centrales que los individuos deben abordar en la construcción de sus relaciones con los demás.

Se llevó a cabo un estudio de 183 resistentes políticos en áreas como la política antinuclear y la resistencia a los impuestos. En comparación con los no resistentes, estos individuos rechazaban con más fuerza la autoridad social y política y creían que la conciencia individual era una mejor guía de conducta que la ley. Estas perspectivas morales los situaban en los estadios 5 y 6 de Kohlberg. En comparación, los conservadores se encontraban principalmente en el estadio 4, y los liberales en el 5.