Conocemos a un montón de mujeres que se quejan de los mismos síntomas crónicos -fatiga, niebla cerebral, inexplicables pero persistentes problemas de barriga y diversos problemas, ejem, abajo que recuerdan a los que hicieron que Charlotte de Sexo en Nueva York fuera diagnosticada con una depresión ya sabes qué. Aunque la culpa podría ser de muchos factores, el culpable que muchos médicos holísticos señalan es la candidiasis. Sigue leyendo para saber qué es, cómo se produce y qué puedes hacer para curarte si te encuentras sufriendo esta aflicción.
El fenómeno de salud que podría estar haciendo que te sientas agotado
Según los Centros de Control de Enfermedades, la candidiasis es una infección fúngica causada por el crecimiento excesivo de levaduras del género Candida, que generalmente viven en las membranas mucosas del cuerpo sin causar ningún daño.
Se cree que los carbohidratos refinados, el azúcar, el alcohol, el exceso de antibióticos y los anticonceptivos orales contribuyen al crecimiento excesivo de la cándida y a la infección. También se cree que el estrés es un factor.
La candidiasis puede causar trastornos del estado de ánimo (especialmente irritabilidad y cambios de humor), fatiga crónica, hinchazón, calambres, infecciones sinusales, dolor de garganta, congestión e infecciones crónicas por hongos o del tracto urinario.
Esto es difícil. Puedes hacer que tu médico te pida una prueba de diagnóstico de cándida, pero no siempre son precisas. Shape recomienda esta prueba, que vale la pena probar. La buena noticia es que los pasos recomendados para la curación de la candidiasis son en su mayoría sólo consejos de salud convincentes que debe seguir de todos modos y absolutamente no será perjudicial para usted si usted no tiene realmente un sobrecrecimiento.
No hay una solución rápida para un sobrecrecimiento de cándida, y uno de los efectos más frustrantes es que cuando se está afectado, se tiende a desear los mismos alimentos que alimentan al hongo y hacen que uno se sienta peor. Solucionar el problema requiere tiempo, diligencia y paciencia.
Debe evitar las carnes procesadas, los lácteos, la mayoría de las frutas, los almidones (cualquier cosa hecha con harina), el azúcar, los alimentos fermentados, el queso, las setas y la cafeína.
¿Qué añadir a su dieta? Probióticos, carnes orgánicas, verduras, quinoa, mijo, avena, arroz integral, semillas y frutos secos, aceites prensados en frío (de coco virgen, de oliva, de girasol, etc.), cúrcuma y té.
Algunos médicos y nutricionistas también recomiendan un curso de medicamentos antifúngicos con receta como Diflucan o, para un enfoque más holístico, suplementos de ácido caprílico.