El Consulado General de EE.UU. en Porto Alegre apoya el compromiso con los brasileños que viven en el sur del país como parte de los esfuerzos continuos de la Misión de EE.UU. en Brasil para fortalecer las relaciones bilaterales, promover el comercio bilateral y la inversión, facilitar los viajes, proteger el bienestar de los ciudadanos estadounidenses.En 1822, Estados Unidos fue el primer país en reconocer la independencia de Brasil y, en 1835, estableció una agencia consular en Rio Grande do Sul. Inicialmente situada en la ciudad de Rio Grande, la agencia facilitaba el comercio entre Estados Unidos y Brasil y prestaba servicios a los comerciantes estadounidenses en el bullicioso puerto. En estos primeros años, como Porto Alegre estaba sitiada durante la Guerra del Trapo, Rio Grande sirvió como capital temporal de la región. En 1918, tras la Primera Guerra Mundial, el consulado se trasladó a la restablecida capital de Porto Alegre, donde permaneció hasta 1996. Durante este período, el Consulado residió en cinco espacios comerciales diferentes por toda la ciudad. En 2017, el Consulado reabrió en una nueva y moderna instalación diseñada para apoyar mejor a los ciudadanos estadounidenses que viven en la zona y contribuir a la próspera relación entre los Estados Unidos y el sur de Brasil.
Una historia de intercambio cultural
Los Estados Unidos han disfrutado de una larga historia de intercambio cultural con los estados del sur de Brasil. El Centro Binacional de Porto Alegre, que se inauguró en 1938 y es uno de los centros más antiguos de Brasil, sigue siendo un socio importante para promover el intercambio cultural y educativo. El centro de Porto Alegre sirvió de modelo para muchos centros futuros construidos en todo Brasil. En los años ochenta y principios de los noventa, Porto Alegre acogió a muchos pensadores y escritores estadounidenses influyentes, promoviendo los valores compartidos de las dos naciones. Al mismo tiempo, cientos de gauchos influyentes visitaron Estados Unidos a través de programas de intercambio financiados por el Departamento de Estado. Entre ellos se encontraban la primera mujer juez del Tribunal Supremo de Brasil, Ellen Gracie Northfleet, el renombrado autor Érico Veríssimo y Eva Sopher, que dirigió la renovación del Teatro São Pedro. El Consulado General de Estados Unidos en Porto Alegre apoya la continuación de esta notable historia.