La escisión proteolítica, la hidrólisis de los enlaces peptídicos de una proteína, es una reacción omnipresente en la naturaleza catalizada por enzimas llamadas peptidasas (también denominadas proteasas, proteinasas y enzimas proteolíticas). Tanto si el objetivo es la eliminación de nutrientes por vía digestiva como la regulación de un proceso fisiológico crítico, como la coagulación de la sangre, las peptidasas desempeñan un papel esencial en el crecimiento y la supervivencia de todos los organismos vivos. Debido a su abundancia e importancia, los mecanismos de reacción de las peptidasas se han estudiado más ampliamente que cualquier otra clase de enzimas. Muchas de las primeras estructuras cristalinas de alta resolución de las proteínas se obtuvieron para las peptidasas. Nuestra comprensión del mecanismo de aceleración de la velocidad utilizado por las peptidasas y la base estructural de su especificidad ha mejorado notablemente gracias al uso de una técnica de ADN recombinante denominada mutagénesis específica de sitio. Desarrollada a principios de la década de 1980, la mutagénesis específica de sitio es un método por el que se pueden eliminar uno o más residuos específicos en la secuencia de aminoácidos de una proteína o, más comúnmente, sustituirlos por otro aminoácido mediante la mutagénesis de su correspondiente gen clonado. La contribución a la catálisis de un grupo funcional de aminoácidos en el sitio activo de una enzima puede entonces determinarse directamente. Gracias a los valiosos conocimientos sobre el mecanismo de reacción de las peptidasas que ofrecen los estudios de mutagénesis en sitios específicos y la cristalografía de rayos X de alta resolución, se han realizado importantes avances en el diseño de nuevos fármacos inhibidores de las peptidasas, así como en el desarrollo de peptidasas con propiedades mejoradas para aplicaciones medicinales e industriales.