Tienes razón: Esto no es sólo una queja de los maridos sobre las esposas. El bajo deseo sexual y la falta de satisfacción de la necesidad de intimidad física de un cónyuge pueden ir en cualquier dirección.
Razones para la disminución de la libido masculina
Hay un montón de razones complicadas para la pérdida de interés de un marido en el sexo – empezando por no entender el propósito de Dios para el matrimonio y la sexualidad en primer lugar.
Desde una perspectiva cristiana, el sexo es la máxima expresión de la unidad física, emocional y espiritual entre un marido y una mujer. Es una experiencia maravillosa, hermosa, santa, trascendente y sacramental. Es una imagen del misterio de la relación de Cristo con la iglesia (Efesios 5:31-33). Desafortunadamente, los esposos y las esposas con frecuencia pierden de vista esto.
Pero incluso con esa verdad subyacente, hay al menos otras 10 razones para la disminución de la libido masculina:
- Medicamentos. Los medicamentos de prescripción y de venta libre pueden suprimir el deseo y el interés de un hombre por el sexo. Los medicamentos recetados incluyen antidepresivos, tranquilizantes, antiulcerosos, diuréticos, antihipertensivos (para la presión arterial alta), psicotrópicos (para enfermedades mentales), opiáceos (para el dolor) y antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Los medicamentos de venta libre que hay que tener en cuenta son los utilizados para la tos, los resfriados y las alergias.
- Depresión. La depresión es el problema emocional/psicológico más frecuente en la América moderna. Es un verdadero destructor del impulso sexual, y puede pasar desapercibido fácilmente para las personas impulsivas y de alto funcionamiento que no se dan cuenta de que están deprimidas.
- Pornografía y adicción al sexo. Muchos terapeutas informan de que la pornografía está pasando a encabezar la lista como causa de la disminución del interés de los maridos por sus esposas. Irónicamente, la liberación sexual a través de la adicción a la pornografía y la autoestimulación -combinada con profundos sentimientos de culpa por una doble vida secreta- suele conducir a una especie de «anorexia sexual»
- Experiencias de la infancia. Muchos hombres cometen el error de pensar que no fueron abusados sexualmente si nunca fueron tocados sexualmente. Pero el mero hecho de ver material sexualmente explícito a una edad temprana puede provocar a veces cicatrices mentales permanentes, a menos que la persona sea tratada por un terapeuta cualificado. Otras influencias negativas de la infancia son la mala imagen del cuerpo, la escasa vinculación con los padres y los miembros de la familia, o el hecho de haber sido asfixiado por su madre.
- Inexperiencia sexual o ansiedad por el rendimiento. Lo creas o no, muchos hombres son extremadamente inseguros cuando se trata de la destreza sexual. Las dudas sobre sí mismo pueden hacer que el marido se sienta derrotado incluso antes de empezar. Pero los miedos derivados de la inexperiencia suelen solucionarse con educación y la comprensión paciente de una esposa cariñosa. La ansiedad por el rendimiento, por otra parte, a veces está relacionada con problemas más profundos no relacionados con el sexo. Los terapeutas cualificados pueden ayudar a los hombres a superar esas preocupaciones.
- El estrés. El estrés es una parte tan familiar de la vida que muchas parejas acaban aceptándolo como un «tercer compañero de matrimonio.» El exceso de compromisos y de trabajo deja a los maridos y a las esposas sin tiempo ni energía para la parte divertida del matrimonio. Incluso los cambios en la vida que suelen considerarse positivos -un ascenso, un nuevo hogar o un nuevo bebé- consumen energía y pueden frenar un impulso sexual normal.
- Disfunción eréctil. La impotencia, o disfunción eréctil, no es técnicamente lo mismo que perder la libido. Sin embargo, una puede llevar a la otra. Los problemas hormonales también influyen: la disminución de los niveles de testosterona puede agravar el círculo vicioso.
- Las drogas callejeras y el alcohol. No te creas su fama de reducir la inhibición sexual. También pueden tener el efecto a largo plazo de disminuir la libido.
- Enfermedades, envejecimiento y dolor. Nadie discutiría que estos disminuyen la capacidad de experimentar placer sexual. Pero por ello, también merman el deseo sexual. Por desgracia, no siempre es fácil detectar la conexión entre las luchas físicas y la pérdida de la libido saludable. Un marido y una mujer pueden tener que consultar a varios médicos para encontrar uno que pueda diagnosticar el verdadero problema.
- Problemas de relación. A veces el papel del conflicto relacional en relación con la disfunción sexual es obvio, y otras veces es más difícil de averiguar. Las parejas pueden creer que pueden dejar sus conflictos no resueltos en la puerta del dormitorio, pero todo está realmente relacionado. ¿Tienen usted y su cónyuge una buena capacidad de resolución de conflictos? ¿Está menospreciando involuntariamente a su marido o faltándole al respeto de otras maneras?
No tenga miedo de buscar ayuda
La terapia profesional puede ser de gran ayuda para las parejas en su situación. ¿Nos dejas que te indiquemos una buena dirección? Nuestro objetivo es ayudarle a encontrar la mejor atención cristiana disponible.
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