¿Alguna vez has conocido a alguien que era simplemente irresistible? Probablemente no pudiste poner el dedo en la llaga, pero había algo en ellos que te hacía querer estar cerca de ellos. Te sorprendiste a ti mismo pendiente de cada palabra que decían, y los seguirías hasta el fin del mundo en un capricho, sólo porque eran tan encantadores. Lo más probable es que mostraran algunos, si no todos, de los siguientes rasgos:
Tratan a los demás con respeto
Las personas encantadoras ven a todos como iguales, y tratan a todas las personas como tales. Quizás la razón por la que algunas personas son tan encantadoras contigo es que simplemente no estás acostumbrado a que te traten tan bien, y puede que ni siquiera creas que te lo mereces. En realidad, te lo mereces todo, pero estos individuos encantadores son los que lo reconocen, y por eso te sientes atraído por ellos.
Viven según la Regla de Platino
Todos hemos oído hablar de la Regla de Oro, pero la Regla de Platino va un paso más allá. En lugar de tratar a los demás como desean ser tratados, las personas encantadoras tratan a los demás como esas personas quieren ser tratadas. Si lo pensamos bien, la Regla de Oro es intrínsecamente egoísta, ya que quienes la siguen actúan pensando en sus propios intereses. Los que viven según la Regla de Platino tienen en cuenta los sentimientos de los demás y tratan a las personas en consecuencia.
Se dedican a conversar en profundidad
Las personas encantadoras no pierden el tiempo en charlas triviales. Saben que hablar del tiempo no es una forma de establecer una conexión real, así que se sumergen en temas más profundos. Al hacerlo, llegan a conocer a cada persona que conocen a un nivel mucho más profundo, llegando a conocer sus verdaderos intereses, sentimientos, esperanzas y sueños. Esto les da una perspectiva mucho más profunda sobre el mundo que les rodea, que llevan a todas las relaciones que forjan.
Se centran en las personas
Además de evitar las charlas triviales en favor de las conversaciones profundas, las personas encantadoras se involucran realmente en sus conversaciones. Hacen preguntas sobre la vida de los demás y muestran un interés genuino en las respuestas. También se centran en los demás y no se distraen con el móvil o el partido de fútbol en la televisión. Siempre se siente bien ser escuchado, y las personas encantadoras se aseguran de que tu voz sea escuchada cuando hablas.
No dominan la conversación
Como he mencionado, las personas encantadoras hacen muchas preguntas. Aunque generalmente son interesantes y tienen mucho que decir, también saben cuándo dejar que otros tengan la palabra. Algunas personas son excesivamente carismáticas, hasta el punto de que se alargan mucho después de que los demás hayan perdido el interés. Las personas con encanto saben cuándo aportar su granito de arena y luego se retiran para dejar que los demás hablen.
Reconocen la diferencia entre los hechos y las opiniones
Las personas con encanto no se limitan a soltar sus opiniones como si fueran hechos concretos. Dado que se preocupan de verdad por lo que los demás tienen que decir, están abiertos a otras perspectivas y tendrán la mente abierta sobre los temas que se traten en una conversación. Por supuesto, a veces expresarán sus opiniones, pero éstas estarán respaldadas por hechos extraídos de fuentes fiables. No expresan sus opiniones para discutir, sino para continuar con una discusión sana.
Son auténticos
La mayoría de la gente puede detectar la diferencia entre un verdadero encantador y un farsante. Mientras que un farsante suele utilizar su naturaleza «encantadora» para promover algún motivo ulterior, las personas verdaderamente encantadoras hacen que sus intenciones sean transparentes desde el principio. Por lo general, estas intenciones son simplemente las de fomentar la conversación o enriquecer a los demás a su alrededor. Nunca tienes que vigilar lo que dices cerca de una persona encantadora, porque sabes que nunca te juzgaría.
Tienen integridad
Las personas encantadoras no se limitan a hablar. Respaldan sus palabras con acciones. Cualquiera puede decir que va a hacer algo, pero las personas encantadoras lo cumplen con acciones reales. Respaldan sus promesas con hechos para demostrar que no sólo buscan su propio beneficio, sino que quieren lo mejor para todos los que les rodean.
Muestran un lenguaje corporal acogedor
Esto se relaciona con el hecho de que las personas encantadoras se centran en el interlocutor y le muestran respeto. Establecerán contacto visual contigo y sonreirán mientras conversas, lo que demuestra que su mente no está en otra parte durante los parones de la conversación. Te demuestran que no se aburren de vuestra conversación sentándose erguidos y prestándote toda su atención. Una vez más, las personas encantadoras no tienen que ser el centro de atención para mostrar su encanto; exhiben el encanto en sus acciones también.
Son optimistas y aman la vida
Los encantadores tienen un interés genuino en el mundo que les rodea, y comparten esta intriga con todos los que conocen. Su optimismo puede ser francamente contagioso. Son capaces de convertir los momentos cotidianos en veladas inolvidables con sus sugerencias; siempre están dispuestos a hacer que cada momento cuente. La razón por la que las personas encantadoras tienen tantos seguidores es sencillamente porque animan a los demás a disfrutar de la vida con sólo estar cerca.
Featured photo credit: Handsome travelling man takes selfie photo with wild monkeys in tropical jungle forest in Phuket, Thailand, Asia via .com