‘Esto es sólo decir’ de William Carlos Williams es un poema de tres estrofas que se separa en conjuntos de cuatro líneas, o cuartetas. Los versos se limitan a una o dos palabras, pronunciadas por un narrador en primera persona. Como es habitual en la escritura de Williams, no hay signos de puntuación. Esta elección estilística tiene un impacto aún mayor cuando hay tan pocas palabras, sólo veintiocho en total.
Sin puntuación, se anima a pasar rápidamente de una línea a otra. No hay pausas necesarias, aparte del tiempo que se tarda en pasar de una línea o estrofa a otra. Sin embargo, hay dos casos de mayúsculas. El «yo» al principio de la primera línea y «perdonar» en la primera línea de la última estrofa. Esto sugiere el comienzo de dos frases diferentes.
Las líneas cortas también hacen que parezca que el hablante tiene problemas para terminar su pensamiento. Se leen como un discurso entrecortado, como si cada nueva palabra fuera difícil de formar. Esto probablemente tiene que ver con el tema del poema en sí, que es una disculpa por comer algunas ciruelas.
Además, a medida que se lee esta pieza se hace evidente que las palabras son casi todas de una sola sílaba. Sólo hay siete que llegan a dos o tres sílabas. Esto crea una sensación de unidad en el texto, una sensación que no existe en la métrica o la rima.
Williams eligió escribir esta pieza sin un esquema de rima específico o un patrón métrico en mente. Está compuesta en lo que se conoce como verso libre. Dicho esto, no significa que los versos no estén organizados de una manera específica. Los saltos de línea están dispersos sistemáticamente a lo largo de la breve narración y todas las palabras están dispuestas para lograr el mayor impacto. Puedes leer el poema completo aquí.
Resumen de Esto es sólo por decir
‘Esto es sólo por decir’ de William Carlos Williams contiene una disculpa del hablante al oyente por ir a la nevera y comer ciruelas que no le pertenecían.
El poema comienza con el hablante contando al oyente su crimen. Se comió «las ciruelas», un grupo muy concreto de ellas, de la nevera. Estas frutas eran importantes para el oyente porque las iba a desayunar. Este es un hecho del que el hablante era consciente pero que decidió ignorar. Cuando las vio y pensó en el sabor que tendrían, no pudo resistirse. Las últimas líneas contienen su disculpa a su oyente por sus acciones y el razonamiento detrás de esta pequeña traición.
Análisis de This is Just to Say
Estrofa Uno
Desde las primeras líneas de esta pieza, el hablante de Williams conduce al lector a través de la narración paso a paso. La primera línea indica al lector que el hablante ha comido algo. Aunque sólo se tarda un momento en averiguar qué es ese algo, es una forma curiosa de empezar un poema y, sin duda, está pensada para enganchar al lector. Uno podría preguntarse, antes de llegar al segundo verso, por qué comer es tan importante como para inspirar un poema. Entre este verso y el segundo, hay un ejemplo perfecto de encabalgamiento. Esto es cuando una línea se rompe antes de la conclusión de un pensamiento. Es más eficaz cuando la ruptura se produce en un lugar poco natural, en algún sitio donde no se suele hacer una pausa al hablar.
La segunda línea revela que fueron «las ciruelas» las que se comieron. Es importante notar que la palabra «las» da mayor importancia a la frase. No fue cualquier ciruela la que comió el hablante, sino un lote específico conocido por el oyente. El hecho de que las dos palabras estén separadas en su propia línea también es importante. También insinúa el hecho de que estas ciruelas eran en sí mismas importantes de alguna manera.
Las dos líneas siguientes informan al oyente de que se comió las ciruelas que estaban en la «nevera». Estaban en este lugar tan específico, por una razón desconocida. Es útil saber que «nevera» probablemente se refiere a un refrigerador y no a un congelador. Es una palabra que ha caído en desuso, pero que se utilizaba a menudo en el pasado. De estas dos líneas se deduce que las ciruelas eran importantes. Alguien pensó en guardarlas en la nevera por alguna razón.
Estanza segunda
La segunda estrofa proporciona al oyente y al lector un poco más de información. En este punto el hablante y el oyente conocen un detalle importante del texto que el lector no conoce. El oyente guardaba las ciruelas «para el desayuno». Esto se revela en la última línea de esta estrofa después de una importante acumulación. Se han necesitado siete líneas para llegar al clímax de esta breve pieza y no le falta dramatismo. El uso casi constante del encabalgamiento y la sensación de vacilación de las palabras del hablante deberían hacer que uno experimentara algo parecido al suspense. Aunque la narración es bastante mundana.
Desde la primera línea de esta estrofa está claro que el hablante se toma su tiempo a propósito. Cada palabra es importante, y las pausas insinúan tanto miedo como precaución. Quiere asegurarse de que las elige correctamente. La segunda línea revela que las ciruelas pertenecían al hablante. Aquí es donde comienza el drama. Comienza a quedar claro que tal vez esta persona no debería haber comido las ciruelas.
El hablante sabe que esta persona estaba guardando las ciruelas para una ocasión concreta, el desayuno de esa mañana, pero aun así se las comió.
Tercera estrofa
La última estrofa describe cómo el hablante no pudo contenerse al ver las ciruelas. Le abrumaron los sentidos y tuvo que comerlas. El razonamiento detrás de la composición de esta pieza también queda claro. El poema pretende ser una disculpa al oyente por el comportamiento del hablante. Al parecer, el comportamiento de esta persona le impactó lo suficiente, o tal vez sólo desencadenó el sentimiento de culpa del hablante, que sintió que tenía que disculparse.
Su disculpa en la primera línea es seguida rápidamente por tres excusas. Las ciruelas «estaban deliciosas» y eran «tan dulces» y «tan frías». Es por estas razones que no pudo evitar comerlas. Espera que su disculpa y el razonamiento que proporcionó sean suficientes para que su oyente le perdone.