A finales de agosto de 2005, el huracán Katrina atravesó el Golfo de México y se adentró en el sureste de Estados Unidos, desatando una furia de destrucción a su paso. Personas de todo el mundo vieron cómo la densamente poblada ciudad de Nueva Orleans sufría daños catastróficos, una devastadora combinación de furia natural y error humano. Hoy, tras diez años de reconstrucción, remodelación y desarrollo, la Big Easy es una ciudad cambiada. Los mapas del interactivo de arriba exploran los cambios que han tenido lugar en esta década de transformación.
Cuando el Katrina tocó tierra a las 6:10 am CDT del 29 de agosto, trajo consigo vientos de 130 millas por hora, de 10 a 12 pulgadas de lluvia y una marea de tormenta de casi 30 pies. En ese momento, era un huracán de categoría 3; los diques de la ciudad, que estaban en mal estado y no eran adecuados para soportar la tormenta, se derrumbaron bajo la presión de los fuertes vientos y las lluvias. El agua del Golfo de México y del lago Pontchartrain entró a borbotones en la ciudad de la Media Luna. En un momento dado, el 80% de Nueva Orleans, cuya elevación media es de dos metros por debajo del nivel del mar, estaba inundada. Algunos lugares estaban sumergidos en 3 metros de agua.
Aunque la mayoría de los residentes habían evacuado, unas 150.000 personas, en su mayoría residentes de bajos ingresos o discapacitados, permanecieron en la ciudad. Se calcula que 986 personas murieron en Nueva Orleans, lo que supone más del 50% del total de víctimas mortales causadas por el huracán Katrina. Y los que sobrevivieron vivieron en condiciones miserables en las semanas y meses posteriores a la tormenta. Decenas de miles de personas quedaron varadas en la ciudad sin acceso a la electricidad ni al agua potable, y Estados Unidos se enfrentó a una crisis humanitaria.
Desde 2005, las autoridades de Nueva Orleans y las agencias federales se han esforzado por devolver a la ciudad la vitalidad que tenía antes del Katrina, y ahora 40 de los 72 barrios de la ciudad han recuperado el 90% de su población anterior al huracán. Los residentes dicen haber visto progresos en la reparación de los diques y mejoras en la atracción de nuevos negocios a la ciudad. El siguiente gif aninado muestra el crecimiento de los barrios en los que se repartió el correo entre 2008 y 2015: el color naranja indica que el 40% o menos de los hogares anteriores a Katrina recibieron el correo ese año, el verde indica que el 90% o más recibieron el correo.
Pero las consecuencias del desastre persisten. Los índices de pobreza han aumentado hasta los niveles anteriores al Katrina y la población negra de la ciudad está disminuyendo. Sin embargo, ocho de cada diez residentes dicen sentirse optimistas sobre el futuro de la ciudad.