¿Listo para algo nuevo? Aquí tienes una compota de frutas que quizá nunca hayas probado…
Esta sencilla compota es rápida de hacer, versátil y rebosa de los brillantes sabores del kiwi: ¡una forma deliciosa de disfrutar de esta fruta exótica! Pero hay un pequeño problema con la cocción de los kiwis. Cuando la fruta se calienta, pierde su vibrante color verde y se vuelve marrón, lo que hace que la compota sea poco atractiva. Para combatirlo, me gusta añadir puré de kiwi fresco. Le da a la compota un encantador tinte verde y le añade el sabor característico del kiwi fresco.
Sirva esta deliciosa compota con una bandeja de quesos, crepes o tortitas; gelato, helados o yogur griego; con un trozo de tarta de almendras… o con esta magnífica panna cotta de suero de leche.
¡Bon appétit!
Compota de kiwi
Hace 2 tazas
Tiempo activo: 20 min
- 1 1/2 libras (680 g) de kiwis maduros (8 medianos)
- 2/3 de taza de azúcar orgánico
- 1 cucharada de zumo de limón fresco
- Pele y corte los kiwis en trozos de 1/2″. (Debería tener unas 3 tazas.) Ponga 2 tazas de los trozos de kiwi en una cacerola mediana de fondo grueso y reserve la taza restante. Añade el azúcar y el zumo de limón al cazo y caliéntalo a fuego medio-alto. Remover hasta que el azúcar se disuelva y la mezcla llegue a hervir. A continuación, reduzca el fuego y cuézalo a fuego rápido de 10 a 12 minutos hasta que los jugos de la cacerola se hayan espesado y las frutas se hayan ablandado, removiendo de vez en cuando para asegurar una cocción uniforme. Apagar el fuego y aplastar con un machacador de patatas (o un tenedor) y transferir a un bol para que se enfríe a temperatura ambiente. Poner los trozos de kiwi reservados en el bol de un procesador de alimentos y procesar hasta que se haga puré. Añadir a la compota y remover bien. Utilice la compota de inmediato o refrigérela hasta una semana.