Infecciones por el virus Coxsackie

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¿Qué son las infecciones por el virus Coxsackie?

Los virus Coxsackie forman parte de la familia de los enterovirus (que también incluye los poliovirus y el virus de la hepatitis A) que viven en el tracto digestivo humano.

Los virus pueden propagarse de una persona a otra, normalmente a través de las manos sin lavar y las superficies contaminadas por las heces (caca), donde pueden vivir durante varios días.

En la mayoría de los casos, las infecciones por

coxsackievirus

causan síntomas leves similares a los de la gripe y desaparecen sin tratamiento. Pero en algunos casos, pueden dar lugar a infecciones más graves.

¿Cuáles son los signos &síntomas de las infecciones por coxsackievirus?

El coxsackievirus puede producir una gran variedad de síntomas. Aproximadamente la mitad de los niños infectados no presentan síntomas. Otros presentan repentinamente fiebre alta, dolor de cabeza y dolores musculares, y algunos también desarrollan dolor de garganta, molestias abdominales o náuseas. Un niño con una infección por el virus Coxsackie puede simplemente sentirse acalorado pero no tener ningún otro síntoma. En la mayoría de los niños, la fiebre dura unos 3 días y luego desaparece.

¿Qué problemas pueden surgir?

Los virus Coxsackie pueden causar síntomas que afectan a diferentes partes del cuerpo, entre ellas:

  • La enfermedad de manos, pies y boca, un tipo de síndrome de Coxsackie, causa ampollas rojas y dolorosas en la garganta y en la lengua, las encías, el paladar duro, el interior de las mejillas y las palmas de las manos y las plantas de los pies.

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  • La herpangina, una infección de la garganta, provoca ampollas con anillos rojos y úlceras en las amígdalas y el paladar blando, la parte posterior carnosa del paladar.
  • La conjuntivitis hemorrágica, una infección que afecta al blanco de los ojos, suele comenzar como un dolor ocular, seguido rápidamente de ojos rojos y llorosos con hinchazón, sensibilidad a la luz y visión borrosa.

Ocasionalmente, los virus Coxsackie pueden causar infecciones más graves que pueden necesitar tratamiento en un hospital, incluyendo:

  • Meningitis vírica, una infección de las meninges (membranas que rodean el cerebro y la médula espinal)
  • Encefalitis, una infección cerebral
  • Miocarditis, una infección del músculo cardíaco

Las madres pueden transmitir una infección a sus recién nacidos durante o justo después del parto. Los bebés tienen más riesgo de sufrir una infección grave, como miocarditis, hepatitis y meningoencefalitis (una inflamación del cerebro y las meninges). En los recién nacidos, los síntomas pueden desarrollarse en las dos semanas siguientes al nacimiento.

¿Son contagiosas las infecciones por Coxsackievirus?

Los Coxsackievirus son muy contagiosos. Pueden transmitirse de una persona a otra a través de las manos sin lavar y las superficies contaminadas por las heces. También pueden propagarse a través de las gotitas de líquido que se pulverizan en el aire cuando alguien estornuda o tose.

Cuando un brote afecta a una comunidad, el riesgo de infección por el virus Coxsackie es mayor entre los bebés y los niños menores de 5 años. El virus se propaga fácilmente en entornos grupales como escuelas, guarderías y campamentos de verano. Las personas son más contagiosas la primera semana que están enfermas.

En los climas más fríos, los brotes suelen producirse en verano y otoño, pero en las zonas tropicales del mundo se dan durante todo el año.

¿Cómo se tratan las infecciones por el virus Coxsackie?

Dependiendo del tipo de infección y de los síntomas, el médico puede recetar medicamentos para que su hijo se sienta más cómodo. Dado que los antibióticos sólo actúan contra las bacterias, no pueden utilizarse para combatir una infección por el virus Coxsackie.

Puede dar acetaminofén o ibuprofeno para aliviar los dolores menores. Si la fiebre dura más de 24 horas o si su hijo tiene algún síntoma de una infección por el virus Coxsackie más grave, llame a su médico.

La mayoría de los niños con una infección simple por el virus Coxsackie se recuperan completamente al cabo de unos días sin necesitar ningún tratamiento médico. Un niño que tenga fiebre sin ningún otro síntoma debe descansar en la cama o jugar tranquilamente en el interior. Ofrézcale mucho líquido para evitar la deshidratación.

¿Cuánto duran las infecciones por coxsackievirus?

La duración de la infección puede variar. Los niños que sólo tienen fiebre pueden ver cómo su temperatura vuelve a la normalidad en 24 horas, aunque la fiebre media dura 3 días. La enfermedad de manos, pies y boca suele durar 2 ó 3 días; la meningitis vírica puede tardar de 3 a 7 días en desaparecer.

¿Cuándo debo llamar al médico?

Llame al médico inmediatamente si su hijo tiene alguno de estos síntomas:

  • fiebre superior a 38°C (100,4°F) en el caso de los bebés menores de 6 meses y superior a 38°C (102°F) en el caso de los niños más mayores.8°C) para los niños mayores
  • poco apetito
  • dificultad para alimentarse
  • vómitos
  • diarrea
  • dificultad para respirar
  • convulsiones
  • .

  • somnolencia inusual
  • dolor en el pecho o en el abdomen
  • llagas en la piel o en el interior de la boca
  • dolor de garganta intenso
  • dolor de cabeza intenso, especialmente con vómitos, confusión o somnolencia inusual
  • rigidez en el cuello
  • ojos rojos, hinchados y llorosos
  • dolor en uno o ambos testículos

¿Se pueden prevenir las infecciones por Coxsackievirus?

No existe ninguna vacuna para prevenir la infección por coxsackievirus. La mejor protección es lavarse las manos. Recuerde a todos los miembros de su familia que se laven bien las manos y con frecuencia, especialmente después de ir al baño, después de cambiar un pañal, antes de las comidas y antes de preparar los alimentos. Los juguetes que se comparten en las guarderías deben limpiarse a menudo con un desinfectante porque el virus puede vivir en estos objetos durante días.

Los niños que estén enfermos con una infección por el virus Coxsackie deben permanecer fuera del colegio o de la guardería durante unos días para evitar la propagación de la infección.

Revisado por: Joanne Murren-Boezem, MD
Fecha de revisión: Septiembre de 2017

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