¡Feliz Año Nuevo!
Sólo hay una forma de eliminar todo el champán de tu sistema y es con raquetas de nieve! Todos han hecho el propósito de año nuevo de hacer más raquetas de nieve este invierno, ¿verdad?
Volvemos con nuestra serie de miércoles de raquetas de nieve hablando de cuándo hacer senderismo y cuándo hacer raquetas de nieve. Hasta ahora hemos hablado de la historia de las raquetas de nieve, por qué hacerlas, cómo elegir un par de raquetas de nieve, dónde comprar raquetas de nieve, la ropa y el equipo necesario para hacer raquetas de nieve, y qué empacar para un día en los senderos.
Hoy estamos hablando de cuándo hacer raquetas de nieve vs senderismo.
Mucha gente es aficionada a las raquetas de nieve, lo que significa que si hay unos pocos centímetros de nieve en el suelo, entonces es el momento de hacer raquetas de nieve y eso es genial.
Al y yo somos más bien «bare-booters» en el sentido de que, nos gusta caminar por los senderos nevados porque podemos movernos más rápido y más fácilmente que si hacemos raquetas de nieve, pero en el momento en que hacemos un hoyo (cuando nuestros pies empiezan a hundirse en la nieve) nos atamos las raquetas de nieve y lo damos por bueno. Es mucho más fácil caminar con raquetas que sacar los pies de varios centímetros de nieve blanda o húmeda y pegajosa.
En la mayoría de los casos es una buena etiqueta de sendero evitar el postholing. Los agujeros pueden congelarse haciéndolos peligrosos para seguir a los excursionistas, pueden desgarrar los senderos y si estás tratando de esquiar a campo traviesa en senderos que alguien ha bacheado es muy fácil que se te enganche la punta del esquí. Y es muy bueno evitar el postholing en pistas estrechas, empinadas y con viento.
Nuestra regla general es que si la nieve está lo suficientemente blanda como para permitir que nuestra bota se hunda a través de ella, entonces es el momento de caminar con raquetas de nieve. Esto significa que si estamos de excursión en otoño, invierno o primavera y en un lugar donde esperamos encontrar nieve, tratamos de tener siempre nuestras raquetas de nieve atadas a nuestras mochilas por si acaso nos encontramos con un parche de nieve blanda.