Muchas de las contraindicaciones tradicionales de la terapia hormonal sustitutiva (THS) se basan en la posibilidad teórica de que estas hormonas empeoren un proceso de la enfermedad y rara vez se basan en datos de apoyo. Esta revisión aborda los datos disponibles y la falta de datos que dificultan la prescripción de la THS en una variedad de morbilidades comunes. En cada circunstancia, se asume que se han probado terapias conservadoras basadas en la evidencia y que los síntomas menopáusicos siguen siendo debilitantes y están reduciendo la calidad de vida. La adaptación del producto, la dosis, la vía y el régimen pueden evitar algunos de los riesgos teóricos de la THS en determinadas mujeres o afecciones, y se ofrecen directrices para cada comorbilidad. En concreto, se comenta que la THS adaptada puede utilizarse sin pruebas sólidas de un efecto perjudicial después de un cáncer de ovario, un cáncer de endometrio, la mayoría de los demás cánceres ginecológicos, un cáncer de intestino, un melanoma, antecedentes familiares de cáncer de mama, una enfermedad benigna de la mama, en portadoras de mutaciones BRACA, después de un cáncer de mama si no se está utilizando una terapia adyuvante, un tromboembolismo pasado, venas varicosas, fibromas y una endometriosis pasada. Las contraindicaciones relativas son las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares existentes y el cáncer de mama tratado con terapias adyuvantes. Se recomienda la consulta con otros cuidadores y el consentimiento por escrito en todas estas circunstancias difíciles, pero ninguna condición es una contraindicación absoluta para la THS si se comprende el riesgo potencial, si la THS es eficaz en el control de los síntomas y si la calidad de vida restante es primordial.