Las lenguas urálicas y altaicas yo?or?l?k, ?lt??k , dos grupos de lenguas relacionadas que muchos estudiosos consideran que forman una única familia lingüística urálica-altaica. Sin embargo, otras autoridades sostienen que los grupos urálico y altaico constituyen dos familias lingüísticas inconexas y separadas. Las lenguas uralo-altaicas son habladas por más de 150 millones de personas, que habitan de forma discontinua una vasta zona que se extiende desde el este de Europa a través de Rusia y Asia hasta el Océano Pacífico. La familia uralo-altaica toma su nombre de los Montes Urales, que separan Europa y Asia, y del Altai, una cadena montañosa de Asia central, donde se cree que se originaron las lenguas de esta familia. Al parecer, los hablantes de las lenguas uralo-altaicas empezaron a emigrar desde este territorio original hasta sus actuales zonas de residencia hace muchos siglos. Si se considera que las lenguas uralo-altaicas forman una familia, ésta consta de dos subfamilias, la urálica y la altaica. La subfamilia urálica puede dividirse en dos subdivisiones principales, el finougrio (véase lenguas finougricas) y el samoyedo. Los hablantes de las lenguas de la subdivisión samoyédica, más de 30.000 en total, residen en el noroeste de Siberia y el noreste de Europa. El samoyedo es la lengua principal de esta subdivisión.
Dos rasgos importantes que caracterizan a las lenguas uralo-altaicas, con pocas excepciones, son la aglutinación y la armonía vocálica. Estos dos puntos de similitud han llevado a varias autoridades a aceptar la unidad uralo-altaica. En una lengua aglutinante, diferentes elementos lingüísticos, cada uno de los cuales existe por separado y tiene un significado fijo, se unen a menudo para formar una palabra. En estas lenguas se añaden múltiples sufijos a una raíz, mientras que los prefijos son casi inexistentes. La armonía vocálica se refiere a la concordancia entre las vocales de la raíz de una palabra y las vocales del sufijo o sufijos de la palabra. Esta concordancia queda patente en las palabras turcas ev y evde ; masa y masada . Así, la mayoría de los sufijos tienen una forma doble, una con una vocal anterior (por ejemplo, e, i, , ) para corresponder a una raíz con una vocal anterior, y otra con una vocal posterior (por ejemplo, a, ?, o, u) para corresponder a una raíz con una vocal posterior. El género gramatical (con sus distinciones de masculino, femenino y neutro) es generalmente inexistente en las lenguas uralo-altaicas. El acento varía en las distintas lenguas. Las lenguas uralo-altaicas también tienen un pequeño vocabulario común que consiste en palabras básicas, entre ellas algunos pronombres personales, algunas palabras que indican el parentesco (por ejemplo, madre, padre), y algunas palabras que denotan plantas y animales, nombran ocupaciones y similares. Este vocabulario rudimentario es común a todas las lenguas y algunos lo consideran una prueba más de la unidad uralo-altaica. Al mismo tiempo, los hablantes de las lenguas uralo-altaicas también tomaron prestadas palabras de las diversas lenguas de otros pueblos con los que entraron en contacto.
Véase N. Poppe, Introduction to Altaic Linguistics (1965); B. Collinder, Survey of the Uralic Languages (2ª ed. 1969).