Quizás no todo el mundo sepa que los pimientos morrones, también conocidos como pimientos dulces o capsicum, no son muy digeribles, por lo que aunque estén muy buenos, contengan altas cantidades de vitamina C y aporten un gran sabor a los platos pueden fastidiarte una buena tarde. Después de una breve explicación, te cuento mis consejos secretos para evitar esto para siempre… sí, ¡para siempre!
Todos estos problemas se deben a la piel de los pimientos y a dos sustancias que contienen: La solanina y la flavina.
La solanina es un veneno que contienen todos los miembros de la familia de las solanáceas (pimientos, berenjenas, patatas, tomates…) y que si se ingiere en grandes cantidades puede ser realmente tóxico para el organismo, pero esta sustancia tiende a desaparecer gradualmente a medida que el fruto llega a la plena madurez.
La flavina está contenida en la parte blanca interior del pimiento y en las semillas, y una vez ingerida se adhiere a la pared del estómago provocando dolor o pesadez.
La piel de los pimientos es otra de las razones que no los hace muy digeribles porque el intestino se esfuerza en expulsarla, dándonos una sensación de hinchazón, incluso durante varios días.
Así que lo primero que hay que hacer es:
– comprar frutas ecológicas y bien maduras;
– cortar la parte blanca interior y las semillas de la fruta, así como el tallo.
Ahora muchos diréis: «sí, yo siempre hago esto, ella inventó la rueda…».
Y luego viene la parte interesante!
Si quieres comer pimientos morrones crudos, como en ensaladas (¡mmmm me gustan tanto!) lo único que hay que hacer es cortar la piel y luego lavar el fruto (en ese caso necesitarías un pimiento morrón grueso).
Mucha gente hierve el pimiento morrón durante un minuto y luego lo sumerge en un baño de hielo para quitarle la piel fácilmente. Yo probé esto pero el sabor del pimiento volvió a aparecer después de 1 hora, así que no puedo recomendarte esto.
Por otra parte, si prefieres los pimientos cocidos, no deberías quitarles la piel porque al cocerse se encogen y sobre todo les quitarías todos los sabores y vitaminas que se concentran principalmente bajo la piel.
Leí en algún sitio (lo siento pero fue hace años y la verdad es que no recuerdo la fuente) que un secreto para un pimiento morrón digerible es……….. ¡una PERA!
Sí, un poco de pera dulce. Así que cuando empiece a cocinar sus pimientos, añada una pera finamente picada (pelada y con las semillas limpias).
Para cocinar 3 pimientos morrones yo uso sólo la mitad de una pera y también funciona!
Esta pequeña cantidad de pera no hace que su plato sea demasiado dulce, ni siquiera lo notaría al final.
Así que dígame si esto también le funciona!