Los datos sobre la discapacidad intelectual

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¿Qué es el deterioro cognitivo?

El deterioro cognitivo, también denominado discapacidad intelectual, describe la condición de un niño cuyo nivel de funcionamiento intelectual y habilidades adaptativas están significativamente por debajo de la media para un niño de su edad cronológica. Es el trastorno del desarrollo más común, ya que se da en aproximadamente 12 de cada 1000 niños. Pueden identificarse distintos niveles de retraso del desarrollo en las habilidades sociales, el desarrollo emocional, las capacidades de comunicación, la función física y las habilidades académicas de un niño.

El Centro de Control de Enfermedades define el deterioro cognitivo entre los niños de 8 años por una puntuación de 70 o menos en una prueba de capacidad intelectual, más conocida como prueba de CI. Los niveles de gravedad del deterioro cognitivo se definen mediante rangos específicos de CI:

– Deterioro Cognitivo Leve – Coeficiente Intelectual de 50 a 70

– Deterioro Cognitivo Moderado – Coeficiente Intelectual de 35 a 55

– Deterioro Cognitivo Severo – Coeficiente Intelectual de 20 a 40

– Deterioro Cognitivo Profundo – Por debajo de 20

El deterioro cognitivo puede ser causado por una serie de factores. Muchos casos de deterioro cognitivo son el resultado de trastornos genéticos o cromosómicos. El deterioro cognitivo también puede atribuirse a lesiones o enfermedades que se producen durante el embarazo o la primera infancia. La malnutrición extrema, la atención médica inadecuada y la exposición a toxinas ambientales también pueden provocar trastornos cognitivos. Con muchas causas posibles, a menudo es difícil citar una única causa específica de un deterioro cognitivo en un niño.

Síntomas

Los signos de deterioro cognitivo pueden reconocerse a partir de los 2 años de edad. Estos síntomas se presentarán en distintos niveles dependiendo de la gravedad del trastorno.

– Retraso en alcanzar los hitos del desarrollo de la primera infancia

– Dificultad para retener información y aprender rutinas sencillas

– Confusión y problemas de comportamiento en situaciones o lugares nuevos

– Poca capacidad de atención

– Falta de curiosidad

– Dificultad para entender las reglas sociales

– Comportamiento infantil sostenido hasta la edad infantil o preescolar

– Dificultad para entender las consecuencias de las acciones

– Habilidades de comunicación limitadas y/o inconsistentes

– Falta dehabilidades de autoayuda y autocuidado apropiadas para su edad

Apoyo al éxito del niño

Los niños con un deterioro cognitivo pueden tener éxito en la escuela y llevar una vida plena. Puede que sólo necesiten ayuda individualizada para aprender nuevas habilidades. El tiempo extra, la instrucción repetida y el modelado apropiado les ayudarán a medida que dominan importantes habilidades de la vida, como la higiene apropiada, la seguridad personal y los modales sociales. Para promover la independencia y el progreso en el desarrollo, los padres y educadores deben ser pacientes y dar a los niños el tiempo que necesitan para aprender nuevas habilidades.

Dividir las tareas en pasos más pequeños puede ser una herramienta de aprendizaje útil para los niños con deficiencias cognitivas. Por ejemplo, vestirse puede dividirse para el niño en pasos muy pequeños y sencillos: Ponerse la camisa, abrocharse los botones, ponerse los pantalones, cerrar la cremallera, abrocharse los botones, meterse la camisa, el cinturón, los calcetines, etc. Acompañe al niño a través de cada parte de la tarea, animándole a que lo haga de forma independiente y elogiando el éxito de cada paso. Este proceso, conocido como análisis de tareas, puede utilizarse para enseñar técnicas de higiene adecuadas, tareas domésticas o cualquier otra habilidad.

Los padres también pueden apoyar el éxito si se implican en el aprendizaje académico de su hijo. Conozcan los temas que se enseñan en el aula y encuentren formas de integrar el aprendizaje en casa. Por ejemplo, cuando el niño esté aprendiendo a decir la hora, pregúntele periódicamente la hora. Cuando esté aprendiendo sobre el dinero, llévale al supermercado. Señala los precios y deja que te ayude en el proceso de compra. Las actividades sociales en la comunidad también pueden ser una valiosa herramienta de aprendizaje. Los niños con discapacidades cognitivas pueden modelar el comportamiento de sus compañeros, mejorar sus habilidades sociales, experimentar entornos nuevos y diferentes y, lo más importante, divertirse. Para apoyar el éxito del niño, los miembros de la familia y los profesionales que le prestan servicios deben trabajar juntos para entender sus puntos fuertes, sus debilidades y sus intereses.

Siguientes pasos

Descubrir que un niño tiene un deterioro cognitivo puede suponer un ajuste emocional. Los padres pueden necesitar tiempo para superar los sentimientos de dolor, decepción o ansiedad. Una vez que hayan tenido tiempo para adaptarse, los padres pueden ponerse en contacto con otras familias de niños con discapacidades cognitivas. Deben hablar con sus propias familias y amigos para explicarles la necesidad del niño y obtener su apoyo. También pueden empezar a reunir la información que necesitarán para criar a su hijo. Los recursos sobre temas específicos como el desarrollo del lenguaje, la gestión positiva del comportamiento, la intervención temprana y la dinámica familiar pueden ser especialmente útiles. Los programas educativos de calidad, un entorno doméstico estimulante, una buena atención sanitaria y el apoyo positivo de la familia, los amigos y la comunidad permiten a las personas con una discapacidad cognitiva llevar una vida feliz y plena. El deterioro cognitivo es una de las discapacidades que dan derecho a la educación especial y a los servicios conexos en virtud de la Ley de Personas con Discapacidades (IDEA). En el caso de los niños de tres años o más, hay que ponerse en contacto con el sistema educativo local para obtener más información sobre la elegibilidad y los servicios especiales.

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