Según la información de la Oficina del Censo de Estados Unidos de 2012, el número de niños criados en hogares monoparentales sigue aumentando. Los niños con dos padres en el hogar -que obtienen dos ingresos- suelen tener mejores ventajas económicas y educativas. Los efectos de un hogar monoparental en el comportamiento de un niño pueden ser de gran alcance e impactar en varias áreas de la vida, incluyendo el rendimiento académico y los comportamientos sociales.
Rendimiento académico
La mayoría de los hogares monoparentales están dirigidos por las madres, y la ausencia de un padre – junto con los bajos ingresos del hogar – puede aumentar el riesgo de que los niños tengan un bajo rendimiento en la escuela. La falta de apoyo económico del padre suele hacer que las madres solteras trabajen más, lo que a su vez puede afectar a los niños porque reciben menos atención y orientación con sus deberes. La investigadora Virginia Knox concluyó, a partir de los datos de la Encuesta Longitudinal Nacional de la Juventud, que por cada 100 dólares de manutención que reciben las madres, las puntuaciones de sus hijos en los exámenes estandarizados aumentan entre 1/8 y 7/10 de punto. Además, Knox descubrió que los niños de madres solteras que tienen contacto y apoyo emocional de sus padres tienden a tener mejores resultados en la escuela que los niños que no tienen contacto con sus padres.
Efectos emocionales
La educación de los hijos de hogares monoparentales
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Tener sólo un perceptor de ingresos en el hogar pone a los hogares monoparentales en riesgo de caer en la pobreza, según una investigación recopilada por el Centro de Pobreza de la Costa Oeste de la Universidad de Washington. Vivir en la pobreza es estresante y puede tener muchos efectos emocionales en los niños, como la baja autoestima, el aumento de la ira y la frustración y un mayor riesgo de comportamiento violento. Además de las limitaciones económicas, otros efectos emocionales de crecer en un hogar monoparental pueden incluir sentimientos de abandono, tristeza, soledad y dificultad para socializar y conectar con los demás. Sin embargo, los efectos varían de un niño a otro, y el estilo de crianza individual del progenitor soltero es también una gran influencia en el desarrollo del niño.
Efectos positivos
La crianza en solitario también puede tener efectos positivos en los niños, dependiendo de otros factores como los tipos de personalidad y las técnicas de crianza. Según un estudio de la Universidad de Cornell, la monoparentalidad positiva no mostró ningún impacto negativo en el desarrollo social y educativo de los niños de 12 y 13 años que participaron en el estudio. Además, los niños de familias monoparentales pueden mostrar una gran capacidad de responsabilidad, ya que a menudo se les pide que ayuden más en las tareas familiares. Los niños de familias monoparentales suelen establecer estrechos vínculos con su progenitor, ya que dependen el uno del otro durante toda la vida del niño. Los niños de familias monoparentales también pueden establecer vínculos más estrechos con los miembros de la familia extensa o los amigos de la familia, ya que estas personas suelen ayudar a criarlos.