Los efectos del embarazo en los ojos

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Aunque la mayoría de las mujeres embarazadas saben que el embarazo viene acompañado de náuseas matutinas y falta de sueño, no siempre esperan que el embarazo afecte a su visión o a sus ojos. Además de influir en otras partes del cuerpo, los cambios físicos y hormonales que acompañan al embarazo también pueden afectar significativamente a la forma de ver de la mujer. Aunque la mayoría de los efectos son leves y temporales, la futura madre debe tomar nota de cualquier problema ocular, ya que podría requerir un seguimiento o tratamiento cercano. Al igual que vas al dentista para que te limpie los dientes, debes acudir al optometrista para que te examine los ojos cuando estés embarazada. Debe acudir especialmente a un examen ocular si tiene alguna afección sistémica u ocular, ya que los cambios en el metabolismo, la circulación sanguínea y las hormonas pueden empeorar una afección existente.

Visión borrosa

Por qué ocurre:

Al igual que el resto del cuerpo de una mujer embarazada retiene líquido, también lo hacen partes del ojo. A medida que aumenta la retención de líquidos, la córnea (la parte frontal más clara del ojo) y el cristalino (que se encuentra detrás de la parte coloreada del ojo) cambian su forma y curvatura. Estos ligeros cambios provocan una visión borrosa o distorsionada. Si lleva gafas o lentes de contacto, puede notar que su visión no es tan nítida como antes con sus antiguas lentes. La mayoría de las mujeres notan que se vuelven ligeramente más miopes. Si sus lentes de contacto le resultan incómodas, puede deberse a que ahora la lente no se ajusta bien, ya que la curvatura de la córnea ha cambiado. Afortunadamente, la mayoría de estos cambios, si no todos, se resuelven por sí solos varios meses después de dar a luz o dejar de dar el pecho.

Qué hacer al respecto:

Si el cambio de visión no es lo suficientemente significativo como para causarle muchos problemas, intente aplazar la compra de nuevas gafas o lentes de contacto, ya que la graduación podría volver a fluctuar. Si el cambio de visión es significativo y le afecta, se puede hacer una nueva prescripción. Si una lente de contacto se afloja demasiado en el ojo debido al cambio de curvatura de la córnea, la lente puede causar irritación y potencialmente arañar el globo ocular o los párpados internos. Si tienes que usar lentes de contacto, comprueba con tu oftalmólogo que las lentes siguen ajustándose correctamente. Intente evitar cualquier cambio permanente en sus ojos en este momento, como la cirugía para ayudar a mejorar su visión. Hay otras causas menos comunes de visión borrosa, como la inflamación o el sangrado en la parte posterior de los ojos. Asegúrese de comentar cualquier cambio en su visión con su oftalmólogo.

Ojos secos

Por qué ocurre:

Al aumentar las hormonas del embarazo, disminuye la concentración de las hormonas masculinas, llamadas andrógenos. El embarazo también puede provocar una disminución de la función de las células que producen nuestras lágrimas normales y naturales. Estos cambios influyen en la cantidad y la calidad de las lágrimas que se producen y provocan sequedad en los ojos, especialmente si se usan lentes de contacto. Puede experimentar enrojecimiento, irritación, ardor, lagrimeo y sensación de arenilla en los ojos.

Qué hacer al respecto:

Si siente los ojos secos y su visión fluctúa debido a la sequedad, puede probar a utilizar geles oculares lubricantes de venta libre que no tienen conservantes ni medicamentos. Si el uso de lentes de contacto le resulta molesto, considere la posibilidad de reducir el tiempo que pasa con las lentillas, cambiar de marca o dejar de usarlas por completo hasta que dé a luz o deje de dar el pecho. Si utilizas el ordenador durante un largo periodo de tiempo cualquier día, asegúrate de hacer descansos frecuentes, veinte segundos por cada veinte minutos de trabajo, y bebe mucha agua para evitar la sequedad. Intente utilizar un humidificador, especialmente en invierno, ya que las calefacciones pueden secar el aire que le rodea.

Caída del párpado

Por qué ocurre:

La caída del párpado superior, llamada ptosis, se ha reportado con el embarazo. La caída suele producirse en un ojo, cambia con el tiempo y desaparece varios meses después del parto. La causa de la caída es probablemente los cambios hormonales, así como la retención de líquidos.

Qué hacer al respecto:

Una caída debida a la retención de líquidos, aunque molesta, no es peligrosa. Sin embargo, si tiene un párpado caído, puede ser un signo de un problema más grave y debe acudir a su médico.

Glaucoma

Por qué se produce:

El glaucoma es una enfermedad potencialmente cegadora del nervio óptico que conecta los ojos con el cerebro. Aunque hay muchas formas y causas de glaucoma, la elevación de la presión dentro de los ojos es uno de los factores de riesgo más comunes. El líquido acuoso se forma en el interior del ojo y proporciona nutrientes a la parte frontal del ojo. A continuación, el líquido se drena fuera de los ojos y se absorbe en el torrente sanguíneo. Si se produce demasiado líquido, o éste no se drena con suficiente rapidez, la presión dentro del ojo aumenta. Este aumento de la presión daña el nervio óptico al presionarlo mecánicamente y cortar el suministro de sangre al nervio.

Qué hacer al respecto:

El embarazo, especialmente el segundo trimestre, se asocia con una ligera disminución de la presión ocular. Esto puede ocurrir tanto por una disminución del líquido producido como por un aumento de la salida de líquido. Este cambio de presión suele volver a los niveles previos al embarazo dos meses después del parto. Si tiene antecedentes personales o familiares de glaucoma o si sospecha que puede tener glaucoma, asegúrese de informar a su médico antes de quedarse embarazada, ya que puede cambiar el curso del tratamiento.

Preeclampsia, diabetes gestacional y otras enfermedades sistémicas

Por qué ocurre:

La presión arterial alta y los niveles elevados de azúcar pueden afectar a los pequeños vasos sanguíneos que irrigan la retina, el tejido sensible a la luz que recubre la parte posterior de los ojos. Una presión arterial o un nivel de azúcar en sangre significativamente elevados, así como otras enfermedades exacerbadas por el embarazo, pueden dañar estos vasos y provocar síntomas como pérdida de visión en uno o ambos ojos, visión muy borrosa, aparición de líneas rectas onduladas, aparición de luces parpadeantes o manchas en la visión, visión doble, sensibilidad a la luz, hinchazón alrededor de los ojos y/o dolor y enrojecimiento de los ojos.

Qué hacer al respecto:

Si experimenta alguno de los síntomas mencionados, póngase en contacto con su médico inmediatamente. Si se produce alguno de estos síntomas, es probable que su oftalmólogo le dilate los ojos para comprobar la causa del problema. La dilatación incluye el uso de gotas para aumentar el tamaño de la pupila (la parte circular oscura de la parte delantera del ojo) para permitir una visión clara del fondo del ojo. Aunque no todas las futuras madres se dilatan, el uso de gotas dilatadoras de forma adecuada es seguro tanto para la madre como para el bebé, especialmente después del primer trimestre.

Antes de utilizar cualquier colirio, hable con su oftalmólogo para asegurarse de que las gotas son seguras para usted y su bebé. Si tiene un problema ocular o de salud preexistente, asegúrese de visitar a su oftalmólogo antes y durante el embarazo para asegurarse de que sus ojos están sanos y de que no está indicado ningún cambio de tratamiento o un tratamiento nuevo. A medida que la mujer atraviesa su embarazo, debe esforzarse por cuidar bien todo su cuerpo, incluidos sus ojos.

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