La cicatrización post-acné es un problema muy angustioso y difícil tanto para el médico como para el paciente. Recientemente, las nuevas técnicas y las modificaciones de las más antiguas pueden hacer que este problema, hasta ahora refractario, sea más manejable. Se exploran las opciones para tratar las cicatrices post-acné. Hay que evaluar al paciente, su aspecto general y la morfología de cada cicatriz y diseñar el tratamiento en consecuencia. Para tratar adecuadamente al paciente con cicatrices, se debe buscar un conocimiento profundo de la fisiopatología y la anatomía de los diferentes tipos de cicatrices. Una vez que se comprende cuál es la patología y dónde se produce, se puede idear el tratamiento más pertinente para esa cicatriz. Se produce una gran variedad de cicatrices post-acné, entre las que se encuentran las máculas superficiales, los surcos dérmicos, los picos de hielo, los tractos fistulosos multicanales y la atrofia subcutánea. La gran variedad de nuevos métodos de tratamiento para las cicatrices post-acné incluye nuevas herramientas de resurfacing como los láseres de CO2 y de infrarrojos de erbio, el dermasanding y posiblemente algunas técnicas futuras como el resurfacing no ablativo y por radiofrecuencia. El aumento dérmico y subcutáneo con aumento de tejido autólogo y no autólogo y el advenimiento de la socavación del tejido han mejorado mucho el tratamiento de las cicatrices atróficas. Si se quiere tratar bien esta morfología de cicatriz, es necesario utilizar técnicas de sacabocados para las cicatrices muy marcadas (como los picos de hielo). Hay que intentar adecuar cada cicatriz a un tratamiento disponible en la medida de lo posible. Muchas de estas técnicas pueden realizarse en una sola sesión de tratamiento, pero a menudo es necesario repetir los tratamientos. El tratamiento de las cicatrices hipertróficas del acné sigue siendo difícil, pero las láminas de silicio, el láser vascular y los citotóxicos intralesionales son avances interesantes. Estas cicatrices tan molestas, que suelen aparecer de forma extrafacial y en varones, suelen requerir múltiples tratamientos y modalidades antes de conseguir una mejora adecuada.