Manejo del dolor del cáncer de huesos

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El cáncer de huesos puede ser increíblemente doloroso. Afortunadamente, hay muchas opciones de tratamiento para aliviar el dolor, incluyendo medicamentos, radioterapia y un tratamiento innovador llamado crioablación.

¿Por qué es tan doloroso el cáncer de huesos?

El cáncer de huesos interrumpe la actividad normal de las células óseas que tiene por objeto ayudar a mantener los huesos fuertes sin que se vuelvan demasiado voluminosos. Esta alteración de la función de las células óseas puede hacer que un hueso se vuelva demasiado frágil o demasiado grueso y sobredesarrollado. Cualquiera de estas situaciones puede provocar entonces un dolor intenso al irritar los nervios del interior del hueso o al estirar la membrana que lo recubre.

Cáncer de hueso: Medicamentos para el dolor

La mayoría de los medicamentos para el dolor del cáncer de huesos se toman por vía oral, en forma de píldora o líquido. Si resulta difícil tragar, los analgésicos también pueden administrarse a través de un parche colocado en la piel, una inyección o un supositorio rectal.

El tipo de medicación que le recete su médico dependerá del tipo y la gravedad del dolor que experimente.

Cáncer de huesos: Dolor leve a moderado

Si su dolor óseo es generalmente leve, su médico puede sugerirle analgésicos de venta libre, como el paracetamol (Tylenol), o antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno (Motrin, Advil).

Los efectos secundarios de los AINE incluyen irritación y hemorragia estomacal, facilidad para la aparición de hematomas y daño renal. El paracetamol tomado en dosis elevadas puede causar daños graves en el hígado.

Cáncer de huesos: Dolor de moderado a intenso

Si tiene un dolor de moderado a intenso, es probable que su médico le recete un opioide. Los opioides incluyen:

  • Codeína
  • Vicodin o Anexsia (hidrocodona)
  • Oxycontin o Roxicodona (oxicodona)
  • Palladone o Dilaudid (hidromorfona)
  • Duragesic (fentanilo)
  • Dolofina o Methadose (metadona)

Los efectos secundarios de los opioides incluyen:

  • estreñimiento
  • sueño
  • náuseas y vómitos

Pueden utilizarse medicamentos adicionales para ayudar a minimizar estos efectos adversos.

Cáncer de huesos: Medicamentos para el dolor de hormigueo y ardor

Para el dolor que produce hormigueo, entumecimiento o sensación de ardor, se recomiendan los medicamentos que tratan el dolor neuropático, o relacionado con los nervios. Entre ellos se encuentran los anticonvulsivos y los antidepresivos.

Los medicamentos anticonvulsivos utilizados para tratar el dolor del cáncer de huesos incluyen:

  • Neurontin (gabapentina)
  • Depakote (ácido divalproex)

Los efectos secundarios de los antidepresivos incluyen:

  • Sequedad en la boca
  • Somnolencia
  • Estreñimiento
  • Mareos

Los antidepresivos utilizados para tratar el dolor del cáncer de huesos incluyen:

  • Elavil (amitriptilina)
  • Tofranil (imipramina)
  • Adapin o Sinequan (doxepina)
  • Desyrel (trazodona)

Necesitará una receta para estos medicamentos. Tenga en cuenta que se ha demostrado que estos medicamentos tratan eficazmente el dolor relacionado con los nervios; tomarlos no significa necesariamente que esté deprimido o a punto de sufrir convulsiones.

Los efectos secundarios de los medicamentos anticonvulsivos incluyen:

  • Daños en el hígado
  • Mareos
  • Fatiga

Cáncer de huesos: Dolor por inflamación

Los médicos suelen recetar esteroides como Meticorten u Orasone (prednisona) y Decadron (dexametasona) para ayudar a compensar el dolor de la inflamación de los huesos y las articulaciones. Los esteroides suelen ser muy buenos para aliviar este tipo de dolor, pero los frecuentes efectos secundarios pueden limitar su uso. Estos efectos adversos incluyen:

  • retención de líquidos
  • molestias e irritación estomacal
  • sangrado del revestimiento del estómago
  • aumento del azúcar en sangre
  • debilidad muscular
  • aumento del riesgo de infección

Cáncer de huesos: Medicamentos con bifosfonatos

Los medicamentos con bifosfonatos se utilizan a menudo para tratar la osteoporosis, o huesos frágiles. Además, pueden utilizarse para tratar el dolor causado por el cáncer, ya que ayudan a fortalecer el tejido óseo debilitado. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó dos fármacos para este fin, Zometa (ácido zoledrónico) y Aredia (pamidronato).

Los efectos secundarios de los bifosfonatos incluyen:

  • fiebre
  • síntomas de frío y gripe
  • irritación esofágica y estomacal

Cáncer de huesos: Radioterapia

La radioterapia también se utiliza para aliviar el dolor del cáncer de huesos. Los médicos pueden dirigir una fuente externa de rayos X de alta intensidad a los tumores óseos, haciendo que se reduzcan. Otro tipo de radioterapia consiste en inyectar una sustancia radiactiva en la vena del paciente. Dado que las células cancerosas tienden a crecer más rápidamente que las normales, la sustancia radiactiva es más apta para llegar a estas células y destruirlas.

Aunque es potencialmente eficaz, la radioterapia debe utilizarse con cuidado para aliviar el dolor, ya que puede dañar la médula ósea y provocar una reducción del número de células sanguíneas, o incluso leucemia.

Cáncer de huesos: Congelar el dolor

Actualmente, los médicos están investigando un nuevo método de alivio del dolor para el cáncer de huesos que consiste en congelar las células cancerosas al contacto. En este método, conocido como crioablación, los médicos dirigen una fina sonda a través de la piel hasta el tumor de cáncer de hueso. La sonda se utiliza entonces para colocar hielo en las células cancerosas, congelándolas. Los investigadores han descubierto que la crioablación puede aliviar considerablemente el dolor asociado al cáncer de huesos.

Si siente dolor debido al cáncer de huesos, dígaselo a su médico. Ya existen numerosos medicamentos y terapias y se siguen desarrollando tratamientos adicionales. No hay necesidad de sufrir en silencio.

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