¿Qué es la pleuresía?
La pleuresía es la inflamación de la pleura, la fina membrana de doble capa que rodea los pulmones y recubre el interior del pecho. Cuando estas capas se irritan o se inflaman, se rozan entre sí, provocando dolor al respirar.
¿Cuáles son los síntomas?
El principal síntoma de la pleuresía es el dolor en el pecho. Este dolor puede ser constante, pero suele empeorar cuando la persona tose, se mueve o respira profundamente. En ocasiones, el dolor puede extenderse al hombro o a la espalda.
Debido a que la pleuresía puede hacer que se acumule líquido en el pecho, también puede desencadenar otros síntomas, como:
- Tos
- Dificultad para respirar
- Respiración rápida y superficial
- Cianosis (una coloración azul de la piel causada por la falta de oxígeno en la sangre)
- Fiebre y escalofríos
- Pérdida de peso inexplicable
¿Qué causa la pleuresía?
La pleuresía puede desarrollarse por varias causas subyacentes. Estas incluyen:
- Infección vírica aguda, como la gripe
- Infecciones bacterianas
- Neumonía
- Tuberculosis
- Condiciones autoinmunes, como el lupus y la artritis reumatoide
- Cáncer de pulmón
- Otras enfermedades pulmonares, como la sarcoidosis y la asbestosis (enfermedad relacionada con el amianto)
- Infección por un hongo o parásito
- Embolia pulmonar (coágulo de sangre en los pulmones)
- Reacción a ciertos medicamentos
- Cirugía del corazón
- Traumatismo en el pecho.
A veces, la pleuresía no tiene una causa conocida.
¿Quiénes son más propensos a desarrollar pleuresía?
Las personas con las afecciones mencionadas anteriormente son más propensas a desarrollar pleuresía.
¿Cómo se diagnostica la pleuresía?
Los médicos suelen diagnosticar la pleuresía haciendo una historia clínica, preguntando al paciente sobre sus síntomas y escuchando los pulmones del paciente con un estetoscopio. Los sonidos anormales provocados por el roce de la pleura inflamada pueden indicar la existencia de pleuresía. Otras pruebas utilizadas para ayudar a diagnosticar la pleuresía son:
- Exámenes de sangre
- Radiografía de tórax o tomografía computarizada
- Ultrasonido de tórax
- Toracentesis (procedimiento en el que se extrae líquido de la pleura con una aguja y se analiza)
¿Cuáles son los tratamientos convencionales?
El tratamiento convencional de la pleuresía depende de su causa. Si la causa es una infección bacteriana, el médico probablemente recetará un antibiótico. Las infecciones víricas suelen desaparecer por sí solas y no pueden tratarse con antibióticos. Para aliviar el dolor de la pleuresía, el médico puede recomendar antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno o recetar codeína para aliviar tanto el dolor como la tos. En los casos graves, puede ser necesario hospitalizar a los pacientes para drenar el líquido torácico.
¿Qué recomienda el Dr. Weil para tratar la pleuresía?
Además de tratar la causa subyacente y los tratamientos convencionales enumerados anteriormente, el Dr. Weil recomienda los siguientes enfoques naturales para ayudar a prevenir futuros episodios de pleuresía, especialmente los que siguen a infecciones:
- Astragalus. Tome dos comprimidos o cápsulas de esta hierba que refuerza el sistema inmunitario dos veces al día o siga las instrucciones del envase. Es seguro tomarla indefinidamente.
- Hongos medicinales. Elija una fórmula que contenga una mezcla de hongos que refuercen el sistema inmunitario y siga las instrucciones del envase.
- Considere la posibilidad de acudir a un osteópata. La manipulación realizada por los osteópatas puede ayudar a liberar el movimiento del pecho.
- La medicina tradicional china también puede ayudar.
Actualizado por Jeffery Gladd, M.D. el 5 de diciembre de 2013.