Un término que hemos notado últimamente en nuestros envases de champú nos confunde. Ese término es sin gluten. ¿Qué importancia tiene que el champú no contenga gluten? A no ser, por supuesto, que se haya confundido el champú con una deliciosa bebida consumible. Esta pregunta asalta la mente de muchas personas cuando ven que los envases para el cuidado del cabello lucen con orgullo esta acreditación, y nosotros queremos llegar al fondo de la cuestión.
Frenesí por la ausencia de gluten
La idea de «no consumir gluten» se ha puesto de moda entre los fanáticos de la salud y los seguidores de las modas alimentarias tanto como entre los verdaderos celíacos. Esta realidad es, sin duda, la razón por la que la frase «¿Tiene una versión sin gluten?» ha recibido muchas miradas de reojo en los últimos años.
El sector de los productos sin gluten se ha disparado en los últimos tiempos, con alternativas sin gluten para el pan, los pasteles, la pasta y las pizzas que aparecen por todas partes, y con razón. Hace tan sólo quince años, cuando se acababa de descubrir la enfermedad celíaca (y la intolerancia al gluten) en Irlanda, el único lugar donde un celíaco podía comprar pan, pasta, etc. era en la farmacia. Y déjenme decirles que esa comida sabía a cartón en el mejor de los casos y en el peor, a goma pegajosa, sin sabor y sin alegría.
Sin embargo, la comida sin gluten no es la cuestión aquí. El problema, con el que muchos de nosotros hemos estado luchando últimamente, es el espeluznante aumento de los «champús sin gluten» que aparecen en los estantes de nuestros supermercados. A primera vista, parece un concepto totalmente ridículo: ¿por qué necesitaría alguien un champú sin gluten?
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Champú sin gluten
La realidad es que el champú sin gluten (y los productos de belleza sin gluten en general) podrían proporcionar beneficios tangibles a ciertas personas muy sensibles. La idea se basa en la premisa de que la piel es un órgano increíblemente absorbente, como demuestran las personas que se benefician de los baños de sal de Epsom para absorber el magnesio que elimina el estrés, o que se ponen un parche de nicotina en el brazo para alejar las ansias de fumar.
Nuestro cuerpo absorbe las sustancias que le untamos, ya sea crema hidratante, manteca corporal, sales de Epsom o champú. Teniendo esto en cuenta, y si consideramos lo increíblemente sensibles que pueden ser algunos celíacos al gluten, el uso de champús que sí contienen gluten se convierte de repente en algo preocupante para algunas personas.
Experiencia real
Maureen Stanley es una de esas celíacas altamente sensibles. A pesar de seguir una estricta dieta sin gluten desde que le diagnosticaron la enfermedad en 2005, Maureen descubrió que no podía librarse de una de sus principales dolencias: la extrema sequedad de la piel, la irritación y los brotes de sarpullido. Fue a ver a los dermatólogos, tomó la pomada y la prescripción de esteroides, pero nada le ayudó.
Sólo cuando Maureen se dio cuenta de la presencia de gluten en sus productos de belleza y para el cabello (a menudo utilizado como agente espesante), sospechó que podía haber encontrado al culpable. Al cabo de dos meses de cambiar sus productos por alternativas GF, su piel seca desapareció por completo.
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Conclusión
Revisa cualquier foro sin gluten que pregunte sobre este tema y encontrarás gente que lo defiende como un «salvavidas», y otros que lo tildan de otra estafa de marketing Como con cualquier producto que promete cambiar tu vida, tomaremos estas afirmaciones con una pizca de sano escepticismo.
Sin embargo, debemos admitir que la idea de que los productos de belleza sin gluten aporten algunos beneficios a las personas con alergias al gluten altamente sensibles parece plausible, si no una ciencia completa. ¿Vale la pena probar el champú sin gluten si tu intolerancia sigue afectando a tu bienestar diario, a pesar de que sigas la dieta sin gluten? Claro, pruébalo. ¿Y si quieres probarlo sólo para estar «sano»? Bueno, tendríamos que decir que probablemente no. El aumento de precio que suele acompañar a estos productos de belleza sin gluten significa que no es un carro al que nos subiremos pronto, y tampoco te recomendaríamos que lo hicieras.
Foto principal de Noah Buscher en Unsplash