- Publicado en: Jun 6 2013
- Por: brandon.shaw
La obstrucción nasal es una condición seria que afecta a millones de personas. Algunas de las razones se deben a alergias y problemas de tipo membranoso, que en teoría podrían ser reversibles con los medicamentos adecuados. De lo contrario, las deformidades óseas y cartilaginosas en forma de desviación del tabique y la inflamación de los cornetes (paredes laterales de la nariz) pueden provocar una obstrucción permanente de las vías respiratorias. Mientras que el tratamiento para la primera categoría es mayoritariamente médico, el tratamiento para la segunda categoría es generalmente quirúrgico.
Muchos pacientes optan por someterse a una cirugía de tabique para corregir la deformidad anatómica que les predispone a problemas de obstrucción. Se trata de un procedimiento quirúrgico que suele realizarse en un quirófano. La mayoría de los pacientes se someten a este tratamiento bajo anestesia general. Por lo general, se corrige la desviación del hueso y el cartílago del tabique y se devuelve el tabique a una posición media para facilitar la respiración en el futuro.
Desgraciadamente, algunos pacientes pueden experimentar problemas de obstrucción nasal recurrentes o persistentes a pesar de haberse sometido a una cirugía de septoplastia. Una fuente obvia para esto sería una cirugía inadecuada. Sin embargo, la intención de este artículo es analizar otras fuentes de obstrucción nasal.
A pesar de haber conseguido reposicionar correctamente el tabique, muchos pacientes experimentan problemas persistentes de obstrucción nasal. Los problemas continuos de alergias nasales, la congestión y el taponamiento pueden provocar definitivamente una sensación persistente de obstrucción nasal. Es importante recordar que hay que mantener un tratamiento óptimo de las alergias aunque el paciente se haya sometido a una intervención quirúrgica previa.
Algunos pacientes también experimentan un empeoramiento gradual de sus vías respiratorias independientemente de la intervención quirúrgica previa. Con el paso del tiempo, algunos de nuestros conductos nasales son propensos a las fuerzas gravitacionales. Esto hace que nuestra respiración empeore con el paso del tiempo. Someterse a una intervención de septoplastia puede cambiar el nivel de satisfacción actual del paciente respecto a la respiración, pero no puede evitar el desgaste habitual del tiempo.
Otro fenómeno que puede provocar una obstrucción nasal persistente es la tendencia natural de las estructuras de la nariz a inclinarse de una determinada manera. A pesar de someterse a la cirugía y realinear la anatomía en la orientación adecuada, rara vez los tejidos del interior de la nariz tienden a inclinarse en una determinada fuerza gravitacional. Esto llevaría a futuros problemas de obstrucción.
En conclusión, es muy importante que los pacientes que se someten a un procedimiento de septoplastia tengan una expectativa realista de la eventual recuperación. La mejor opción es mantener un estrecho contacto con el cirujano, y también abordar sus tratamientos de alergia según sea necesario.
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