«Cuando estás en el supermercado, ¿compras rápidamente un galón de leche entera – o te tomas un momento para examinar las opciones? Desde la leche entera hasta la del 2 por ciento, pasando por la del 1 por ciento y la desnatada, los consumidores de productos lácteos pueden prácticamente personalizar su ingesta diaria antes de servirse un vaso de ese cremoso zumo de vaca.
¿Pero cuánta grasa hay en un vaso frío y espumoso de leche entera? El término «leche entera» se refiere en realidad a la leche en su forma más inalterada – y además de la grasa que se encuentra en la leche, el componente principal (alrededor del 87 por ciento) es el agua. También hay vitaminas, minerales, azúcares como la lactosa y proteínas como las caseínas y las proteínas del suero. Aunque haya sido procesada y homogeneizada, la leche entera sigue siendo casi lo que produjo la vaca.
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Pero volvamos a la grasa de la leche. El porcentaje que aparece en la etiqueta de un cartón de leche representa realmente la cantidad de grasa que contiene la leche en peso. Por ejemplo, la leche etiquetada como «2 por ciento» tiene un 2 por ciento de grasa láctea en peso, y no el 2 por ciento de la cantidad de grasa que contiene la leche entera.
Si hablamos de porcentajes, la leche entera no tiene un 100 por ciento de grasa: la leche de vaca contiene entre un 3,25 y un 3,5 por ciento de grasa láctea, lo que equivale a unos 8 gramos de grasa por cada 8 onzas (237 mililitros) de leche. De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) exige que el porcentaje de grasa láctea por peso en la leche entera no sea inferior al 3,25 por ciento, muy por debajo del 100 por ciento de grasa láctea que el nombre «leche entera» puede implicar.
La leche al 2 por ciento, la leche al 1 por ciento y la leche desnatada han sido desprovistas de grasas lácteas en diversos grados – pero para entender cómo se relacionan esas leches con la leche entera, hay que recordar que la leche entera podría llamarse «leche al 3,5 por ciento» o «leche al 3,25 por ciento». Así, la leche al 2 por ciento tiene aproximadamente el 60 por ciento de la cantidad de grasa que la leche entera, mientras que el 1 por ciento tiene aproximadamente el 30 por ciento de la cantidad.
Las denominaciones de las variaciones de la leche pueden haber evolucionado desde los días en que se entregaba a mano, pero eso no significa que las etiquetas sean menos confusas. El etiquetado nutricional voluntario en los cartones de leche no apareció hasta 1974, cuando la FDA aconsejó que todos los alimentos incluyeran información nutricional. En 1990, el Congreso puso en marcha la Ley de Educación y Etiquetado Nutricional, que exigía que todos los alimentos envasados tuvieran un etiquetado nutricional y creó una norma para términos como «bajo en grasa» y «light». En 2006, las etiquetas nutricionales se actualizaron para incluir el contenido de grasas trans.
Para el 26 de julio de 2018, un mandato de la FDA significa que los envases de leche incluirán etiquetas nutricionales actualizadas. Las nuevas etiquetas mostrarán las calorías y el tamaño de las porciones de manera más prominente, y seguirán detallando la grasa total, la grasa saturada y la grasa trans en la etiqueta. Esperamos que un simple vaso de leche tenga una etiqueta igual de sencilla. Salud!
«Publicado originalmente: 25 de enero de 2017
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