Ok, una advertencia antes de empezar: hay spoilers por delante, así que si no quieres que te arruinen esta temporada de House of Cards, deja de leer mientras puedas. Después de que Lucas Goodwin atente contra la vida del presidente Underwood tras un discurso en la campaña electoral, su asesinato hace que todos los periodistas destacados de House of Cards salgan de su escondite. De hecho, si has prestado mucha atención, te habrás dado cuenta de que hay una cara muy familiar sentada entre la multitud durante el discurso del Secretario de Prensa ante una sala llena de periodistas. (Si te estás preguntando quién es Kate Baldwin en House of Cards, no te preocupes, voy a llegar a eso). Después de que la Primera Dama pronuncie un discurso perfectamente escenificado (y perfectamente cronometrado) cargado de lágrimas que aborda las acusaciones hechas por Goodwin contra el presidente Underwood en una aparente nota de suicidio, Baldwin tiene especial cuidado en subrayar la parte en la que Goodwin dice que el presidente es responsable no sólo de la muerte de Peter Russo, sino también de la de Zoe Barnes.
En House of Cards, Baldwin interpreta a una periodista ganadora del Premio Pulitzer que se abre paso en la escena y en la piel de Underwood al criticar las políticas del presidente y la forma en que dirige su Casa Blanca. Su personaje tuvo un papel bastante importante en la tercera temporada. Incluso empieza a acostarse con Thomas Yates (que está trabajando con Underwood para publicar un libro sobre el presidente). Entonces, ¿por qué está de vuelta en la cuarta temporada?
Aquí es donde las cosas se complican, y si no quieres que te arruinen ningún trozo de la serie ahora mismo, te sugiero que dejes de leer porque hay toneladas de spoilers por delante. Baldwin (interpretada por Kim Dickens) está esperando en la sala de prensa cuando Claire Underwood da un sentido discurso sobre el estado de su marido tras el atentado que sufrió días antes. Recapitulando, Underwood fue disparado por Lucas Goodwin, y el intento de asesinato terminó matando al querido Meechum de Underwood, que asumió la culpa por su presidente y es, literalmente, la única razón por la que Underwood sigue vivo. Baldwin está, obviamente, muy interesada en los detalles dejados en la aparente nota de suicidio de Lucas Goodwin, y hace una visita a su amigo (y antiguo editor del Washington Herald), Tom Hammerschmidt (¿lo recuerdan?).
Lo que Baldwin quiere más que nada son respuestas, y dado que la nota de muerte de Goodwin está plagada de pistas (detalles que la Primera Dama atribuye a los «síntomas» de la enfermedad mental y la dolencia de Goodwin), es seguro decir que Baldwin pronto se lanzará a la búsqueda de respuestas. De hecho, eso es exactamente lo que hace, pero Hammerschmidt, que lleva una vida bien alejada del ojo público, no es, por desgracia, el sistema de apoyo que ella necesitaba. Claro, él es igual de curioso, pero después de que Underwood matara a Barnes y ahora a Goodwin, probablemente sabe que es mejor no jugar con fuego. Pero algo me dice que éste es sólo el primer vistazo que daremos a Baldwin esta temporada, y si eso es cierto, podría ser malo -muy malo- no sólo para Frank y Claire Underwood, sino también para Doug Stamper. Aunque el presidente y su Primera Dama han hecho un gran trabajo asegurándose de que su rastro está limpio, no es demasiado tarde para que Baldwin descubra la verdad.
La única pregunta es: ¿vivirá para contarlo?