Los médicos prescriben los fármacos de quimioterapia en función del tipo de cáncer de testículo que tenga, que se determina en el momento del diagnóstico. El tipo de cáncer también determina el número de tratamientos de quimioterapia, denominados ciclos, que necesita.
Nuestros médicos suelen administrar la quimioterapia mediante una infusión intravenosa durante varias horas, unas cuantas veces a la semana, en varios ciclos que duran tres o cuatro semanas cada uno. Cada ciclo suele consistir en un tratamiento diario con dos o más fármacos quimioterápicos durante una semana, seguido de dos semanas de descanso para que el organismo se recupere. Los ciclos pueden repetirse varias veces durante un periodo de tres a seis meses.
Los fármacos de quimioterapia también pueden tomarse por vía oral diariamente durante un par de semanas, seguidas de una semana de descanso. Este ciclo también puede repetirse durante varios meses.
Los seminomas suelen ser tumores de crecimiento más lento que los no seminomas. Cuando un tumor de seminoma se extiende más allá del testículo, suele tratarse con quimioterapia. La cirugía abdominal para extirpar los ganglios linfáticos sólo es necesaria ocasionalmente.
En el caso de un tumor no seminoma que se haya extendido, el médico puede recomendar que se comience con quimioterapia, seguida de cirugía para extirpar los ganglios linfáticos de la zona situada detrás de los órganos abdominales.
Para los tumores tanto de seminoma como de no seminoma, siempre se recomienda la cirugía para extirpar el testículo, ya que la quimioterapia no penetra completamente en el testículo.
La quimioterapia puede ser eficaz para eliminar o prevenir la reaparición de los tumores de seminoma y no seminoma avanzados que se han extendido más allá del testículo.