Incluso si usted no fue diagnosticado con depresión o si siente que lo tiene bajo control, siempre puede experimentar hechizos de depresión. Pueden aparecer en cualquier momento, a veces sin previo aviso. Pueden aparecer en los momentos más aleatorios: durante una clase, en una reunión familiar, después de una entrevista, en plena jornada laboral, etc. Siga leyendo para saber cómo reconocer y tratar los episodios de depresión antes de que empeoren.
¿Qué es un episodio de depresión?
El diccionario Merriam-Webster define un episodio como «un período de angustia o trastorno corporal o mental». Un hechizo dura «un período de tiempo indeterminado».
Los hechizos de depresión pueden aparecer como relámpagos: recurrentes y aterradores. Otras veces, pueden aparecer como tormentas: constantes e implacables.
Puede reconocer un ataque de depresión por ciertos síntomas
Cada persona tiene diferentes síntomas de depresión. Algunos de los síntomas son el aislamiento, la tristeza extrema, la desesperanza, los mareos, el cambio de apetito y la falta de interés. Cuando se notan estos síntomas por primera vez, nunca se sabe cuánto van a durar.
Muchas personas con depresión mayor asumen que estos síntomas son señales de que necesitan un cambio drástico de tratamiento (un cambio de medicación, una terapia más extensa, etc.). Sin embargo, este no es siempre el caso. Si los síntomas son de corta duración (duran menos de dos semanas), podrían ser perfectamente señales de un episodio de depresión. Por lo tanto, es probable que sólo necesite tiempo y el apoyo de sus seres queridos para superarlo.
Estados de depresión y ansiedad
Cuando experimento estados de depresión, a menudo ocurren por la noche y se mezclan con ansiedad leve o grave. La mayoría de las veces, ocurren después de pensar en acontecimientos negativos que he vivido durante el día. A veces sobreanalizo estos acontecimientos tanto que me recuerdan el pasado y/o me hacen predecir el futuro (Dejar ir los resultados).
Incluso si la vida en general va bien, de repente temo que todo se desborde y que no pueda funcionar. Por ejemplo, temo perder a un ser querido. También temo que nunca podré permitirme una vivienda propia y que nunca encontraré un futuro cónyuge. Después de mis temores, llega el hechizo de la depresión. Me siento muy triste, sin esperanza o impotente y asumo que nada va a salir bien. Mis miedos empiezan a sentirse como una realidad.
Sé que esta no es una forma sana de pensar, pero es como funciona mi cerebro. Los ataques de ansiedad y depresión provocan privación de sueño y estrés innecesario. Como a veces ocurren durante toda la noche, se sienten como mucho más que hechizos; se sienten permanentes. Pero no son permanentes y no ocurren todas las noches. Suelen ocurrir después de días malos y siempre terminan al día siguiente.
Recuerde esto cuando afronte un hechizo de depresión
Para aliviar un hechizo de depresión cuando se produce en momentos inoportunos, puede ayudar tener una serie de pensamientos positivos. Algunos pensamientos son:
- Me he sentido así antes. Pasará.
- Esto es sólo temporal.
- Todo estará bien.