Por Brigitte Leoni
Lisboa, 23 de noviembre de 2017 – Portugal se une hoy a Francia, Italia, Grecia y Turquía como Proveedor Nacional de Alerta de Tsunamis en Europa que cubre el noreste del Atlántico, origen de un devastador terremoto y tsunami que destruyó Lisboa en 1755.
El nuevo sistema, operativo desde hoy en Lisboa, reforzará las alertas tempranas para los 39 países miembros de la región del Atlántico Nororiental, Mediterráneo y Mares Adyacentes (NEAM), bajo la coordinación de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Se espera que esta última incorporación al sistema anime a más países al Servicio de Alerta Temprana de Tsunamis. En la actualidad, sólo 16 países lo hacen.
Los tsunamis son sucesos poco frecuentes que ocurren sobre todo en Asia y América, pero también en otras partes del mundo. Portugal sufrió un devastador terremoto de 8,5 a 9 grados en la escala de Richter en 1755, que causó la muerte de más de 70.000 personas y provocó olas de tsunami de hasta 5-6 metros de altura en Lisboa.
Los expertos predicen que puede volver a producirse otro terremoto que podría destruir parte del suroeste de Portugal y España, afectando a cientos de miles de personas que viven en las cada vez más urbanizadas costas de la Península Ibérica.
El nuevo servicio portugués alojado en el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera, (IPMA) puede detectar cualquier terremoto que golpee la región y enviar la información pertinente a las autoridades portuguesas, que podrán alertar a las personas en riesgo en un plazo de ocho minutos, dando tiempo a las autoridades para ordenar la evacuación de miles de personas a zonas seguras.
«El proveedor del sistema se basa en cientos de sensores instalados a lo largo de la costa portuguesa que podrán detectar cualquier movimiento de tierra o desplazamiento del agua», dijo Fernando Carrilho, Director del IPMA. «Estos sensores enviarán la información a las autoridades portuguesas, que emitirán un mensaje de tsunami a las comunidades y personas en riesgo a través de mensajes de texto y sirenas».
La costa portuguesa es extensa, con más de 943 km de litoral en el Portugal continental y otros 667 km de costa en los archipiélagos de las Azores y 250 km en Madeira. No todas tienen riesgo de terremoto, pero muchas están situadas a lo largo del límite de la placa África-Eurasia, lo que las hace muy vulnerables a las actividades sísmicas.
Portugal sufrió recientemente dos grandes terremotos y tsunamis en febrero de 1969 en Portugal continental y en enero de 1980 en las Azores, que causaron la muerte de unas 80 personas en total.
«Corresponde a cada país suscribirse al proveedor de alerta temprana. A modo de ejemplo, el nuevo proveedor de servicios operativo hoy en Portugal permitirá que países de la región del Atlántico Nororiental como Mauritania, Marruecos, Irlanda, Reino Unido y Francia se beneficien del servicio si se suscriben a él».
El sistema de alerta temprana NEAM es uno de los cuatro principales sistemas de alerta temprana que existen en el mundo, incluidos los del Pacífico, el Caribe y el Océano Índico, donde el sistema de alerta temprana se introdujo tras el tsunami del Océano Índico de 2004, que mató a unas 230.000 personas.
Se estima que más de 130 millones de personas viven alrededor del Mediterráneo y más de 230 millones de turistas visitan la región cada año; personas que podrían estar potencialmente en riesgo si se produjera algún tsunami en la actualidad.
El aumento de la disponibilidad y el acceso a los sistemas de alerta temprana de múltiples peligros y a la información sobre el riesgo de catástrofes es uno de los siete objetivos del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Catástrofes, el plan mundial para reducir las pérdidas por catástrofes de aquí a 2030.
Desde el año 2000, más de 11 millones de personas se han visto afectadas por los tsunamis y esto ha provocado unas 250.000 muertes, con el mayor número de fallecidos en Indonesia, Sri Lanka, Japón, India y Tailandia.