¿Qué riesgos existen si mi gato tiene sobrepeso u obesidad?
En general, la obesidad puede reducir la calidad y la esperanza de vida de su gato; le resulta más difícil jugar y moverse, y los procedimientos quirúrgicos o las revisiones se vuelven más difíciles.
Los gatos obesos tienen mucho más riesgo de padecer diabetes: entre el 80% y el 90% de los gatos obesos padecen esta enfermedad, que requiere inyecciones diarias de insulina. A menudo, la diabetes puede revertirse una vez que se pierde cualquier peso extra, ya que la grasa acumulada que es directamente responsable de la falta de regulación de la glucosa ya no está presente.
El sistema inmunológico de su gato puede verse comprometido cuando son obesos, haciéndolos más propensos a la infección. Esto incluye las infecciones urinarias y los «cálculos» que se producen ya que los gatos con sobrepeso son menos activos, tienden a beber menos agua y orinan con menos frecuencia que los gatos sanos.
Un riesgo grave y potencialmente mortal en los gatos obesos es la insuficiencia hepática. Cuando el cuerpo del gato cree que está desnutrido -por ejemplo, si se interrumpe el suministro constante de alimentos- la grasa se traslada de las reservas al hígado para ser utilizada como energía. Sin embargo, el cuerpo del gato es incapaz de gestionar ese proceso de forma eficaz, lo que hace que el hígado funcione mal, lo que a veces acaba provocando una insuficiencia hepática fatal y un fallo hepático.
Con el peso extra, los gatos tienen dificultades para asearse, lo que puede provocar problemas en la piel. Asimismo, el peso extra ejerce presión sobre las articulaciones del gato y pueden sufrir artritis. Los sistemas cardiovascular y respiratorio también se ven afectados, lo que provoca falta de aire y problemas cardíacos.
Un gato con sobrepeso u obesidad también puede acabar teniendo problemas con su salud mental; en lugar de huir o esconderse cuando sienten el peligro, los gatos con sobrepeso no son capaces de reaccionar con rapidez y, por tanto, no pueden seguir sus instintos, lo que puede causarles angustia.
Con la dieta, el ejercicio y los comportamientos adecuados, podrá proteger a su gato de los riesgos del sobrepeso o la obesidad. Para empezar, hable con su veterinario, que podrá aconsejarle sobre la mejor manera de actuar.