Si está intentando quedarse embarazada, las dos semanas que transcurren entre la ovulación y su periodo programado pueden ser insoportables. Cuando llega la regla, sabes que tienes que volver a empezar. ¿Pero sabías que la sangre en tu ropa interior podría significar que has concebido? En lugar de la tía Flow podría ser su prima relacionada con el embarazo: el sangrado de implantación.
¿Qué es el sangrado de implantación?
La mayoría de las mujeres ovulan a mitad de su ciclo menstrual, y si no te quedas embarazada en ese momento, te vendrá la regla unas dos semanas después. Si un espermatozoide consigue fecundar el óvulo que has liberado en la ovulación, habrás concebido. Este embrión recién creado viajará hasta tu útero y se introducirá en el revestimiento, si todo va según lo previsto. Cuando esto ocurre, el embrión puede agitar las células sanguíneas de tu revestimiento y hacer que se libere sangre de tu cuerpo. La aparente liberación de esa sangre se conoce como hemorragia de implantación y es un síntoma temprano del embarazo.
Hay algunas formas de distinguir la hemorragia de implantación de su periodo:
- Momento: El sangrado de implantación se produce entre seis y 14 días después de la concepción. Por lo general, ocurre antes de que llegue su período normalmente.
- Color: El sangrado de implantación suele ser de color rosa o marrón, en lugar de rojo brillante.
- Cantidad de sangre: La hemorragia de implantación produce un manchado, no un flujo abundante. Suele durar de uno a tres días. Esto se debe a que el embrión sólo ha desplazado una pequeña parte del revestimiento uterino. En cambio, cuando tienes la menstruación, te desprendes de todo.
¿Qué tan común es el sangrado de implantación?
Hasta una de cada cuatro mujeres embarazadas puede experimentar un sangrado de implantación. En su resumen de los síntomas del embarazo, el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano cita una investigación que muestra que el 25 por ciento de las mujeres embarazadas experimentan algún tipo de manchado de color más claro que la sangre menstrual normal y que se produce entre seis y doce días después de la concepción. No se puede asegurar que cada caso de sangrado temprano esté causado por la implantación, pero es una explicación común.
Hasta una de cada cuatro mujeres embarazadas puede experimentar un sangrado de implantación.
Típicamente, este tipo de sangrado temprano no es algo de lo que preocuparse. He hablado con la Dra. Emily Harville y el Dr. Allen Wilcox, coautores de un artículo sobre el sangrado vaginal en las primeras etapas del embarazo. En su estudio, el nueve por ciento de las mujeres con embarazos clínicos informaron de un sangrado en las primeras ocho semanas de embarazo. Y alrededor del 85 por ciento de estos embarazos continuaron hasta un nacimiento vivo. «Estos datos sugieren que unos pocos días de hemorragia al principio del embarazo no es un acontecimiento raro y, además, que dicha hemorragia tiene poca relevancia para el éxito final del embarazo», concluyeron.
En cuanto al momento exacto de este síntoma del embarazo, el estudio descubrió que las hemorragias tendían a producirse en torno al momento en que las mujeres esperarían sus períodos, aunque rara vez el día de la implantación. El Dr. Harville, que investiga las cuestiones reproductivas en la Universidad de Tulane, me dijo: «Teníamos información muy específica sobre cuándo se producía la implantación, y el «sangrado de implantación» no solía producirse el día real de la implantación». Este hallazgo sugiere que puede haber un retraso entre la implantación y el momento en que aparece la hemorragia, lo cual tiene sentido ya que la sangre tendría que viajar por el cuerpo. También podría indicar que otras causas pueden explicar las hemorragias en un embarazo muy temprano.
Otras causas de las hemorragias al principio del embarazo
Además de la menstruación o la hemorragia por implantación, puede haber otras explicaciones para las hemorragias al principio del embarazo. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos explica que el cuello del útero puede sangrar más fácilmente durante el embarazo porque se están desarrollando más vasos sanguíneos en esta zona. Las relaciones sexuales o un examen pélvico también podrían desencadenar un ligero sangrado inofensivo. Una hemorragia subcoriónica, o un coágulo de sangre en la pared del útero, también puede ser la causa. Estos coágulos de sangre suelen resolverse solos.
Por último, complicaciones como un embarazo ectópico (cuando el óvulo fecundado se implanta fuera del útero) o la amenaza de aborto debido a problemas cromosómicos también pueden provocar una hemorragia temprana. Si ves sangre y sospechas que puedes estar embarazada, siempre es conveniente que te pongas en contacto con tu médico. Ahora ya lo sabes: no te limites a asumir que es tu periodo.