El sector de la salud en China está creciendo a un ritmo rápido, y se prevé que el gasto aumente de 357 mil millones de dólares en 2011 a 1 billón de dólares en 2020. La rápida expansión del sector sanitario se ve impulsada por varias razones, como la continua urbanización, el crecimiento de los ingresos y el envejecimiento de la población, que ha provocado una mayor demanda de tratamiento de enfermedades crónicas (por ejemplo, la diabetes).
Debido a una serie de factores, la calidad de la atención médica está mejorando continuamente en China, especialmente después de que el gobierno chino comenzara a permitir que las entidades extranjeras invirtieran en hospitales privados en 2012. Sin embargo, los expatriados que busquen tratamiento en China probablemente encontrarán que la calidad de la atención médica varía significativamente entre las instituciones. Esto, combinado con una imponente barrera lingüística, puede dificultar la navegación por el sistema sanitario público del país.
La mayoría de los expatriados optan por el tratamiento en hospitales privados o internacionales para recibir una atención que esté a la altura del nivel de atención que se ofrece en muchos países occidentales. Sin embargo, los honorarios que se cobran en los centros privados e internacionales suelen ser muy caros, y a veces incluso más que los que se cobran en Estados Unidos. Por ello, se aconseja a los expatriados que contraten un seguro médico privado en China para compensar estos costes potencialmente elevados.