Recuerdo que a principios de mis 20 años, estaba sentada con un viejo amigo en el Airport Diner en Bohemia, Long Island, comiendo palitos de mozzarella a las 11 de la noche. Estábamos poniéndonos al día y hablando de la vida, y recuerdo que estaba insatisfecho y reflexionando sobre lo que iba a ocurrir a continuación.
Por extraño que parezca, recuerdo bien la conversación, ya que fue así…
Mi amigo: «Con, siento que nunca serás feliz. Siempre estás deseando lo siguiente. Es como si nunca estuvieras satisfecho»
Yo: ¿Qué…?: (
OMG. Tenía toda la razón. Recuerdo que me senté allí sin nada más que decir que pensar, caramba ¿cuál es mi problema? Si esta es mi vida estoy tan jodido…
Adelante 10 años después…
Finalmente tuve una nueva comprensión de la conversación de esa noche. Es curioso, las cosas que destacan de tu pasado y que realmente recuerdas.
Esa noche pensé que tenía un problema. Y lo que más temía era la mera idea de ir por la vida sin estar locamente entusiasmada por despertar cada día, siempre queriendo más y nunca consiguiéndolo, y estar extrañamente decepcionada por estar sometida a la misma larga carrera, el típico matrimonio a los veintitantos años y hacer malabares con algunos niños hasta que tuvieran edad para ir a la universidad. De nuevo genial para algunas personas, pero para mí…
Poco me imaginaba que ocurriría exactamente lo contrario, y que probablemente le debería esa conversación de aquella noche como mi inspiración.
De lo que me di cuenta fue…
No me sentí mal aquella noche porque mi amigo tuviera razón. En cambio, me sentí mal porque esa conversación me había enfocado en oposición a todo lo que siempre quise, un trabajo mejor, más dinero, una relación increíble…etc.
Estaba permitiendo que la perspectiva de otra persona sobre mí, basada en su propio pensamiento limitado (sin saberlo, por supuesto…), influyera en cómo me sentía sobre mí mismo y en mi deseo de querer crecer consistentemente.
Como resultado, llegué a un entendimiento muy claro, uno en el que aprecio a mi amigo por llamarme la atención…
El 95% de la población se conforma con el status quo. Empiezan una carrera, trabajan duro toda su vida, se levantan el lunes con ganas de que llegue el viernes y cuentan los años esperando la jubilación. Y, si ese es tu caso y eso te hace súper feliz, entonces es genial.
Pero si eres como yo, y el statu quo te parece terriblemente aburrido y asfixiante, por no decir otra cosa, ¡estás de suerte! Porque no estás solo.
De hecho, voy a compartir contigo las 3 principales conclusiones de esa conversación que aprendí años más tarde y que cambiaron mi vida y mi perspectiva para que no te sientas loco por querer más de la vida:
La vida se trata de la evolución de ti. ¡Lo que significa que siempre querrás más! Atrás quedaron los días en los que elegías una carrera y te quedabas con ella toda la vida. En su lugar, crearás una meta, la cumplirás y luego pasarás a la siguiente…
¡Y esto no tiene nada de malo!
De hecho, el mayor crecimiento, diversión y satisfacción que experimentarás en la vida, es cuando expandes continuamente tus límites. Aquí es donde el aumento de la confianza juega un papel importante. Cuanto más pruebes cosas nuevas, más confianza tendrás en ti mismo. Es bastante asombroso y vivificante una vez que empiezas en este viaje de auto crecimiento.
La segunda realización es algo que es igualmente importante y de lo que fui culpable durante años…
Empieza a apreciarte a ti mismo. Durante años dejé de prestar atención y apreciar todo lo que había logrado hasta ahora. Esto incluye todo, las pequeñas cosas, las grandes cosas e incluso las cosas en las que metes la pata estrepitosamente. Todo lo que haces debe ser apreciado, porque todo lo que haces te ayuda a aclarar lo que te gusta y lo que no.
Algunas cosas las querrás más. Y algunas cosas, una vez que las pruebes, no querrás volver a hacerlas. Cada experiencia te permite tomar mejores decisiones que están alineadas con el NUEVO tú y hacia lo que te estás moviendo.
Empieza a Amar la Vida ahora…
La vida es progreso. La vida no se detiene. La vida sólo parece detenerse cuando sigues haciendo lo mismo una y otra vez. Esto equivale al aburrimiento, al estancamiento y a la sensación de descontento.
En cambio, no te sientas mal por querer crecer y evolucionar constantemente. De eso se trata una vida divertida y sorprendente. Expande tus límites y la vida se expandirá contigo, permitiendo que te lleguen nuevas y grandes experiencias. Aprecia todo lo que puedas de todo lo que has vivido hasta ahora. Reconoce el mérito cuando sea necesario. Cada experiencia ha creado la persona que eres hoy. No permitas que ninguna mala experiencia te consuma, en su lugar, aprecia la mala experiencia como un momento clarificador.
Y aprecia cada pequeña cosa que has hecho o piensas hacer. Una vez que descubras el valor de apreciarte a ti mismo, verás cómo la vida cambia de las formas más locas y empiezan a sucederte cosas buenísimas…
¿Qué pasos puedes dar hoy para hacer avanzar tu vida?
¿Qué cosas de tu pasado y de tu presente puedes apreciar por permitirte ser la persona que eres hoy?