The Witcher finalmente llegó a Netflix anoche para llenar ese vacío en forma de Juego de Tronos en nuestras vidas, y entre toda la magia, los trajes medievales y el barro de la primera temporada, los espectadores todavía se quedan con una pregunta bastante grande: ¿Qué es exactamente un brujo?
En el mundo de las novelas de Andrzej Sapkowski en las que se basa la serie, un brujo es un guerrero imbuido de habilidades que lo hacen especialmente hábil en la lucha contra los depredadores sobrenaturales. Los brujos comienzan su entrenamiento cuando son niños: son llevados a escuelas especializadas, donde se someten a «mutaciones» alquímicas que les otorgan rasgos ventajosos.
Por ejemplo, Geralt de Rivia (Henry Cavill) tiene unos ojos dorados, parecidos a los de un gato: son el resultado de una de esas mutaciones, que le permiten ver excepcionalmente bien, incluso en la oscuridad. Cuando lo necesita, con la ayuda de una «poción gatuna», puede mejorar su visión hasta el punto de ampliar completamente sus pupilas, de modo que todos sus ojos parecen negros. Se dice que el proceso que se lleva a cabo para conseguir tal visión es increíblemente doloroso.
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Los brujos también son notoriamente difíciles de matar, una cualidad bastante útil teniendo en cuenta su línea de trabajo. Además de su fuerza, velocidad y reflejos superiores, son altamente inmunes a las enfermedades y a muchos venenos y pociones, y poseen una curación acelerada. Esto otorga a los Brujos una vida prolongada: aunque no está claro cuántos años tiene Geralt en la serie, es muy probable que haya vivido mucho más tiempo y haya visto mucho más de lo que su apariencia externa podría sugerir. (Esta prolongada esperanza de vida también significa que existe la posibilidad de que haya temporadas casi interminables de The Witcher).
Además de sus habilidades físicas, los brujos también son expertos en «magia de combate», como repeler a un oponente y crear barreras similares a campos de fuerza.
En caso de que todo esto suene demasiado bueno para ser verdad (la inmortalidad y los superpoderes son tentadores, después de todo) hay un inconveniente en ser un Brujo. Como la magia y los monstruos no son tan comunes como antes en el continente, no hay mucho trabajo para los cazadores de demonios. La demanda es escasa para los Brujos, y aunque viajan de un lugar a otro, librando a las aldeas de las bestias terroríficas a cambio de dinero, al final son parias.
No sólo eso, sino que la transformación a la que se someten los Brujos cuando son jóvenes los deja estériles; aunque esto fue por diseño, para asegurar que sus poderes no pudieran ser transmitidos a nadie más, esta incapacidad de crear una familia también sirve para agravar aún más la solitaria existencia de ser un Brujo.