Una lesión del ligamento colateral lateral (LCL) de la rodilla puede tratarse normalmente con opciones caseras y no quirúrgicas.
Inmediatamente después de la lesión, se recomienda el método RICE:
- Reposo. Deben evitarse las actividades que provocan dolor en la rodilla, como correr o caminar durante periodos prolongados, hasta que el dolor y la hinchazón desaparezcan. La actividad que causó la lesión debe evitarse hasta que esté totalmente recuperada.
- Hielo. Una persona puede desear aplicar compresas de hielo en la zona para ayudar a reducir el dolor y la hinchazón. Las compresas de hielo pueden aplicarse varias veces a lo largo del día durante unos 10 a 20 minutos cada vez.
- Compresión. La hinchazón puede controlarse llevando una venda elástica alrededor de la rodilla afectada.
- Elevación. Mantener la rodilla elevada y apoyada por encima de la cintura -por ejemplo, sentarse en un sillón reclinable o tumbarse con la rodilla apoyada en almohadas- puede ayudar a reducir la hinchazón.
Ver los principios del protocolo P.R.I.C.E.
Algunas personas también pueden utilizar una férula o muletas inmediatamente después de la lesión.
Opciones de tratamiento no quirúrgico adicionales incluyen:
- Tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno (Advil) o naproxeno (Aleve), que pueden ayudar a reducir el dolor y la hinchazón y mejorar la movilidad.
- Usar una rodillera, que proporciona estabilidad y restringe el movimiento de la rodilla de lado a lado. Puede recomendarse una rodillera deportiva funcional que permita más movimiento cuando la persona vuelva a la actividad.
- Trabajar con un fisioterapeuta, que puede ayudar a restaurar el rango de movimiento de la rodilla y aumentar su fuerza.
El tiempo de recuperación utilizando opciones de tratamiento no quirúrgico puede variar desde unos pocos días hasta varias semanas, dependiendo de la gravedad de la lesión.
Tratamiento con plasma rico en plaquetas
La medicina regenerativa, como el tratamiento con plasma rico en plaquetas (PRP), puede recomendarse a ciertas personas con desgarros del LCL, especialmente a los atletas de alto nivel que desean volver a competir. El PRP puede inyectarse o aplicarse directamente durante la cirugía, sin embargo, hay poca evidencia clínica sobre si estos tratamientos mejoran o no los resultados.
Ver Tipos de medicina regenerativa para lesiones deportivas
Si una persona tiene una rotura del LCL de grado III o múltiples lesiones de ligamentos, o no se ha curado incluso después de haber agotado todos los tratamientos no quirúrgicos, puede recomendarse la cirugía.