Se carece de estudios basados en la evidencia para guiar la terapia en la atelectasia pediátrica. En la literatura reciente se describen las siguientes modalidades de tratamiento:
Fisioterapia torácica
Medicamentos que incluyen broncodilatadores inhalados, DNasa y surfactante
Broncoscopia fibroóptica
Presión positiva al final de la espiración
Tratamiento de las infecciones subyacentes
Tratamiento de la afección subyacente
La fisioterapia torácica se ha utilizado en niños con ventilación mecánica. En la literatura se describe un procedimiento de cuatro pasos para el tratamiento de diversos grados de colapso pulmonar. La técnica consiste en la colocación de una bolsa con oxígeno al 100%, la instilación de 0,25-0,5 mL/kg de solución salina estéril por vía endotraqueal, seguida de la colocación de una bolsa con retención inspiratoria momentánea, luego la liberación de la retención y la exhalación forzada simultánea y la vibración para simular la tos, y la aspiración endotraqueal. En este estudio, el 84% de los niños ventilados tuvieron una mejora exitosa en la expansión pulmonar.
Medicamentos que incluyen broncodilatadores inhalados, DNasa y surfactante ( Medicamentos al final de la sección)
La DNasa alfa (DNasa) es una terapia mucolítica y puede administrarse en forma de nebulización o aplicación traqueal directa. La DNasa fragmenta las moléculas de ADN extracelular en las secreciones traqueobronquiales y mejora las propiedades de flujo y la eliminación del moco. La DNasa se ha utilizado con éxito en la fibrosis quística y en otros pacientes con atelectasia aguda. En una serie de casos retrospectiva en la que participaron 25 niños sin fibrosis quística con atelectasia infecciosa, la administración de DNasa mostró una mejora clínica y radiológica. Sin embargo, el éxito de la medicación depende de la cantidad de ADN en las secreciones y del recuento de neutrófilos en la zona afectada.
Aunque la N -acetil cisteína se ha utilizado como mucolítico tanto en forma de nebulizador como de broncoscopio, el éxito no ha sido validado en estudios controlados. Además, tiene el potencial de causar un broncoespasmo significativo.
Si el paciente está gravemente afectado por la atelectasia y la respuesta al tratamiento del trastorno subyacente es subóptima, puede ser útil la eliminación broncoscópica de las secreciones, de los tapones mucosos o de ambos.
La broncoscopia tiene un valor tanto diagnóstico como terapéutico. La broncoscopia flexible puede ayudar a distinguir la obstrucción intrínseca de la compresión extrínseca. La inspección broncoscópica directa también puede definir mejor la naturaleza de cualquier lesión obstructiva intrínseca. Un estudio retrospectivo realizado por Bar-Zohar et al en cien lactantes y niños consecutivos hospitalizados en una UCIP demostró que el tratamiento de las atelectasias mediante broncoscopia flexible de fibra óptica tuvo éxito en 26 de 35 casos (74,3%) sin ninguna mortalidad relacionada con el procedimiento ni complicaciones potencialmente mortales. Se puede repetir el examen broncoscópico para la eliminación de las secreciones reexpansión del segmento atelectásico.
La broncoscopia rígida se ha utilizado para el tratamiento de la atelectasia pulmonar pediátrica para la eliminación de los tapones de moco, las secreciones espesas y la extracción de un cuerpo extraño. El broncoscopio rígido es seguro pero requiere anestesia general.
Se ha comprobado que la administración de surfactante por broncoscopia tiene éxito en la apertura de las áreas de atelectasia y ayuda a destetar a los niños de la ventilación mecánica.
La ventilación mecánica de los pacientes pediátricos se discute en otro lugar.
Los antibióticos no son necesarios en los pacientes con asma. Los corticoesteroides orales, junto con los broncodilatadores inhalados frecuentes y los corticoesteroides inhalados, abordarían cualquier inflamación y broncoespasmo subyacentes.
Si el niño con atelectasia tiene fibrosis quística, está indicada una terapia antibiótica agresiva junto con fisioterapia torácica y drenaje postural. Un tapón mucoso de otras causas puede responder a la fisioterapia torácica y al drenaje postural. Ver Fibrosis Quística para una discusión más detallada de la terapia para este desorden. La instilación de DNasa (véase más arriba) y de N-acetil cisteína y rhDNasa se ha utilizado con cierto éxito para facilitar la eliminación de los tapones mucosos en las vías respiratorias. Ambos se han utilizado en pacientes con fibrosis quística y también han tenido cierto éxito en pacientes sin fibrosis quística.
Los niños con enfermedad neuromuscular, los niños que han sido operados y los niños con dolor torácico se benefician de la fisioterapia torácica para reducir la probabilidad de desarrollar más atelectasia; no está claro si estos procedimientos tratan la atelectasia existente. En los niños con enfermedades neuromusculares, el exinsuflador mecánico (Cough Assist Device) es útil para prevenir la atelectasia y produce una tos suficiente para despejar adecuadamente las vías respiratorias.
Si el dolor es la causa de la atelectasia, es obligatorio un tratamiento adecuado del dolor.